
¿Qué motiva el voto de Guanacaste, Puntarenas y Limón en las elecciones de 2026? Con el fin de responder esa sencilla, pero profunda inquietud, la única manera de aproximarse es preguntarle a la gente de esas provincias. Eso hicimos.
Habitantes de extracciones muy distintas, de las tres provincias costeras, conversaron con Revista Dominical sobre aquellas temáticas que mueven sus votos, que bien podrían ser los más disputados. Así, escuchamos a un agricultor, una artesana indígena, un deportista, una empresaria, un pescador y muchos más conciudadanos.
Guanacaste: una larga lista de deudas no pagadas
Tras hablar con tres personas de Guanacaste, de variadas experiencias, edades y profesiones, la conclusión clara es que la pampa adolece una larga lista de deudas no pagadas, y para ellos no es demasiado relevante cuál político incumplió la “palabra empeñada”, lo cierto es que la deuda está ahí y genera dolor.
Con 10.100 km², Guanacaste representa una quinta parte del territorio total del país. Se trata de la región socioeconómica más grande, caracterizada por industrias como la ganadería, granos básicos y caña de azúcar, así como su etiqueta de zona azul por su longeva población. Según cifras del Banco Central, la región Chorotega representó el 5,6% del PIB nacional en 2020, siendo la segunda más importante del país en producción de bienes y servicios.
Con esto como contexto, le preguntamos a algunos ciudadanos guanacastecos cuál es el tema más preocupante para su provincia.
Don Fernando Rivas Grillo, de 72 años, es un agrónomo y pequeño productor de arroz (apenas 14 hectáreas) oriundo de Cañas, cantón número 60 de 83 en el Índice de Desarrollo Social de 2023. Él tiene 40 años de vivir en esa zona de Guanacaste y, como las canas que peina son prueba de su experiencia, tiene muy claro cuáles son los principales problemas del sector agropecuario en la provincia.
“En los últimos años una de las grandes preocupaciones es la incertidumbre jurídica que tenemos en general en todo el sector. Día con día vemos amenazas de nuevos tratados comerciales con potencias mundiales con las que no podemos competir. Es tigre suelto contra burro amarrado“, declaró el agrónomo.
Rivas no dudó al responder cuál es, desde el punto de vista del sector productivo de Guanacaste, la principal deuda que se ha arrastrado gobierno tras gobierno y que aún hoy, sigue sin saldarse: la ruta 1, carretera que conecta a Barranca con Limonal.
“Ese es uno de los grandes problemas, esa ruta estaba prácticamente en construcción, ya financiada y con obras adelantadas, pero se paralizó. Hoy usted viaja por ahí y parece una trocha, totalmente abandonada, las obras destruidas. Eso no puede ser en una provincia que depende de esa ruta para el turismo, para sacar las cosechas... Hace una semana, por el fin de semana largo, la carretera colapsó por la cantidad de vehículos que venían de la meseta central, la gente duró hasta 8 horas ahí”, reclamó el agricultor.
Es muy diferente el punto de vista de Ana Valeria Briceño Zúñiga, una mujer de 32 años, licenciada en Comercio y Negocios Internacionales que labora como asesora de ventas e integra el colectivo Guanadefensoras, integrado por mujeres de toda la provincia que alzan la voz en protesta por la violencia de género, la gentrificación, la escasez de agua y otros temas sociales.
Revista Dominical le consultó cuál es, desde su punto de vista, la principal preocupación de la población nicoyana. Al respecto, Briceño consideró que la gentrificación es una clara amenaza al bienestar de las personas.
“Es algo increíble porque no solo implica el desplazamiento de las personas locales, sino también otras secuelas, como problemas para la accesibilidad al agua, a la salud, a la educación, dado que toda esa población se ve desplazada. Lo he visto en zonas como Nosara y Sámara, las personas venden sus terrenos a grandes cadenas y se desplazan”, consideró la nicoyana.
La joven también difiere con don Fernando respecto a la principal deuda de los gobiernos que hasta ahora han pedido el voto de la población guanacasteca. Desde su punto de vista, el principal deber aún no cumplido es con el trabajo.
“Acá en Guanacaste la gente del Golfo o la costa solo se dedica a pescar, no se les da otra oportunidad. Los gobiernos regalan motores para que vayan a pescar, pero no dan más herramientas para entender mejor el tema e incluso aprender otras profesiones. Aquí se siente la división vallecentralista, todas las oportunidades están en desplazarse, y la zona se sigue empobreciendo, seguimos olvidados”, valoró la licenciada.
El criterio de Ana Valeria sobre la gentrificación es compartido por Keyler Morera Garro, un docente de 22 años.
“Guanacaste ya no es hecho para los guanacastecos o los costarricenses, vas a las playas y todo está en inglés por ejemplo, todo está diseñado para los turistas extranjeros, y cuando los costarricenses quieren acceder a estos espacios no siempre se les recibe. No digo que seamos xenófobos, digo que nos preocupamos tanto por hacer de Guanacaste un espacio de acogida para los turistas, y por hacer ricos a los ricos, y no nos preocupamos por nuestra gente”, analizó el docente.
Morera también considera un problema importante el abandono y precariedad en la que viven las personas adultas mayores en Guanacaste, máxime que se trata de una de las zonas azules del mundo, donde las personas viven más años.
“He tenido oportunidad de escuchar adultos mayores que van al IMAS a solicitar una ayuda y no se las dan, hay muchas trabas y mucho adulto mayor en condiciones de vivienda y salud precarias. Las ayudas sociales que hay no llegan a las personas que realmente lo necesitan”, criticó el joven.
‘No sé por quién votar’
Don Fernando, por su parte, recordó que el sector ganadero y agropecuario son dos de los principales motores económicos de la región Chorotega, y miles de trabajos dependen del éxito de ambas industrias.
“Las zonas rurales dependen del encadenamiento del sector agropecuario. Aquí no hay fuentes de trabajo como en la meseta central, donde hay grandes corporaciones y zonas francas. Aquí no. Hay un sector de muy baja escolaridad que depende de un jornal. Cañas, Abangares, Bagaces, Liberia, la bajura, depende del sector agropecuario y la están pasando muy mal porque no existe ese encadenamiento productivo. Ya se está viendo la miseria”, lamentó el agricultor.
“Para mí la consigna es el cambio, no tengo un partido por el cual votar, estoy viendo propuestas. Aquí a Cañas han venido dos o tres candidatos y he estado en las reuniones para oír sus propuestas para el sector agro. No sé por quién votar, pero estoy seguro de por quién no hacerlo, así estoy yo y así está la mayoría del sector”, declaró don Fernando Rivas.
Al igual que sus coterráneos, Keyler Morera recordó que las promesas abundan en la campaña provincia, pero pocas ofertas proponen realmente cómo ejecutarán sus planes.
“Siempre se promete solucionar el tema del agua, pero Nosara y Nambí siguen sin agua. Todos promenten becas, bonos de vivienda, apoyo a emprendedores, pero eso se queda en las palabras únicamente, y las propuestas nunca se ejecutan”, lamentó el educador.
Por su parte, Ana Valeria Briceño indicó estar segura de su intención de voto.
“Como persona joven es nuestra responsabilidad, más aún porque somos de una zona con muchas necesidades y tenemos que ver quién es la persona que realmente está de nuestro lado. Pero debo decir que en las personas jovenes hay una gran resistencia a hablar e informarse sobre política, en Guanacaste hay una desinformación increíble y puede haber mucho abstencionismo”, analizó la joven.

Las deudas pendientes en Puntarenas
El pescador Walter Mendoza, de 52 años de edad, siempre ve con nostalgia el abandono en que se encuentra el mercado del centro de Puntarenas: más de la mitad de los negocios han cerrado en los últimos años.
Mendoza está enfadado porque el desempleo se debe, a su juicio, al veto de la pesca de arrastre que hizo el expresidente Carlos Alvarado el 30 de octubre de 2020.
“Todos los puntarenenses sabemos que la pesca de arrastre es un poco dañina, pero se utilizó por más de 100 años y todo Puntarenas se debía a la pesca de arrastre”, dijo Mendoza.
“Pero al quitarla, Carlos Alvarado dañó a todo mundo”, agregó.
Mendoza dijo que por eso no quiere que llegue al puerto Claudia Dobles, esposa de Alvarado y candidata presidencial del Partido Acción Ciudadana (PAC). “¿A qué va a venir esta señora? Mejor ni que venga, porque todos le van a decir un montón de barbaridades. Ese partido arrastró al país, nos puso por el suelo”, añadió.
El alcalde de Puntarenas, Randall Chavarría, admitió que la eliminación de la pesca de camarón provocó la pérdida de una importante fuente de empleo e ingresos por una patente valorada en más de ¢1.000 millones anuales. En el caso de la pesca, estimó que la zona dejó de percibir alrededor de ¢6.000 millones al mes.
Para las próximas elecciones presidenciales, Mendoza dijo que en el Puerto están motivados con la continuidad del presidente Rodrigo Chaves, cuyo movimiento está encabezado por Laura Fernández del Partido Pueblo Soberano (PPSO).
“Este señor (Chaves) va a resolver el problema de la pesca el próximo año, porque hay mucha desocupación: más de 600 familias están desocupadas por la estupidez de todos esos políticos vendidos”, dijo el veterano pescador, aunque no explicó cómo lo resolvería el mandatario.
El pescador culpa del deterioro de Puntarenas a políticos nacidos en el Puerto, como Francisco Nicolás Alvarado y Carlos Ricardo Benavides del Partido Liberación Nacional (PLN), quienes, según él, traicionaron al Puerto.

Mendoza viene de una estirpe de pescadores y dijo que está preocupado por el abandono evidente del Puerto. Sin importar que sea fin de semana, las calles lucen desoladas, con las puertas de hierro cerradas, y otras con carteles de “se alquila” o “se vende” colgados de las rejas. Por la playa algunos turistas alquilan toldos, pero sobra el espacio. Los restaurantes y bares, por lo general, no llenan ni al 50% de capacidad.
Según los censos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), realizados en 2000, 2010 y 2022, la población total del primer distrito pasó de 9.559 a 6.653 habitantes; es decir, se redujo un tercio en 20 años. Pero hay locales que dicen que incluso menos personas residen todavía en el centro, y que se mudan rápidamente.
El INEC no precisa la tasa de desempleo por distrito, pero la región Pacífico Central reportó la cifra más alta del país durante el primer trimestre de 2025, con 9,7%.
El histórico destino turístico pierde a su población, y esto provoca que el Puerto sea una especie de “ciudad fantasma”.
– ¿Tiene esperanza de que algún candidato presidencial haga algo positivo por Puntarenas? – le pregunté a Mendoza.
– Ojalá que todos los candidatos que hay por la provincia vean el caos en el que está Puntarenas. Yo desearía ver a mi provincia levantada. Porque hemos sufrido mucho los porteños. Vamos a ver si con el próximo gobierno tenemos algo bueno.
Josué Madrigal, dueño de la empresa de viajes turísticos AM Tours, dijo que una de las grandes deficiencias para desarrollar el turismo en Puntarenas es la falta de carreteras para ingresar a diferentes destinos. “Las carreteras que son de Limonal hacia el interior, hacia Guanacaste, son puras curvas, y el trayecto se nos hace como una culebra, porque no se ha terminado de asfaltar”, dijo Madrigal.
Aunque existe facilidad para llegar al Puerto desde la Gran Área Metropolitana (GAM), Madrigal mencionó que actualmente existen problemas para ingresar a Playa Mantas y Punta Leona, porque no hay ingreso público.
“Hay varias playas que no hay acceso por carretera, los turistas tienen que caminar 10 a 12 kilómetros, y nosotros trasladamos a adultos mayores que no pueden caminar esas distancia”, dijo el empresario turístico con más de 8 años de experiencia en el sector.
Por ejemplo, las carreteras hacia el Parque Nacional Corcovado están en mal estado, además de que hay poco acceso a agua potable.
Madrigal dijo que ninguno de los candidatos presidenciales ha planteado opciones para mejorar el turismo en Puntarenas. “El turismo es el tema que menos se está hablando. Es el plus que mantiene al país, pero se está tomando con poca importancia, porque con estos lugares tan bellos puestos en buenas condiciones, se ganarían millones de dinero”, agregó Madrigal.
El problema de las carreteras es de larga data, pero está teniendo consecuencias actualmente. Madrigal contó que –desde hace casi una década que es empresario turístico– sus excursiones eran de entre 50 y 60 personas, pero este año tuvo que sacar buses con 15 pasajeros. “Esto fue entre junio y octubre que hubo lluvias y temblores, y habían unos accesos que estaban cerrados, como el Zurquí, y esto provocaba más costo para el transporte”, dijo Madrigal.

Artesana ngöbe pide ayuda por caminos destruidos
A decenas de kilómetros del Puerto se encuentra la comunidad de Altamira, en Golfito, conocido por su terreno agreste, pero también por ser un paraíso para los surfistas: tiene la segunda ola más grande del mundo, solo superada por las de Chicama, Perú.
En este lugar, desde hace más de 10 años, Rita Sánchez Trejos, una artesana ngöbe de 54 años, se dedica a la confección de bolsos, conocidos como chácaras; vestidos, sombreros y muñequeras. Todos los hace con materiales– fibra natural– extraídos de la montaña donde vive ella y su familia.
Aunque dijo que en este territorio no se encuentran motivados para las próximas elecciones, Rita no dudó en enumerar los problemas que los candidatos deberían de resolver en la comunidad: “Necesitamos arreglos de caminos, canchas; ayuda para las mujeres y apoyo de las instituciones, porque no tenemos”.
Lo primero que pide Rita para su comunidad es que se arregle el camino de Pavones hasta Altamira, ya que se demora una hora y media en trasladarse a pie desde un punto a otro. Un recorrido que en vehículo se haría en menos de 15 minutos.
Rita aseguró que toda su familia genera dinero con la venta de artesanía. Sin embargo, cada vez encuentra menos turistas a quienes venderle. “Necesitamos casas o cabinas para que los turistas se queden, porque ellos solo vienen y se van, pero no tienen dónde quedarse”, recordó Rita.
En Golfito han existido diferentes promesas que no se han cumplido, como el arreglo de carreteras, puentes y construcción de infraestructura deportiva. “Ahorita estamos necesitando ayuda, desde alimentos hasta regalos para los niños en Navidad”, dijo Rita.

Empresario de Corredores: ‘Se necesita inversión’
El empresario de palma de Corredores, Jhonny Zúñiga, dijo que en su zona están motivados por el continuismo de la actual administración. “Los partidos tradicionales son rechazados por la gente de aquí”, dijo Zúñiga.
Zúñiga, de 60 años, dijo que toda su familia tiene pequeños negocios en Corredores: farmacias, ópticas y minisupermercados.
El empresario resumió que los problemas a resolver en Puntarenas son la baja del turismo y la falta de inversión en infraestructura. “Nosotros tenemos mucha riqueza natural que no se está aprovechando, porque no tenemos aeropuerto ni carreteras y hoteles para albergar a más turistas. ”, apuntó Zúñiga.
Las voces de Puntarenas coinciden en un mismo reclamo: abandono. Desde el pescador del centro hasta la artesana de Altamira, pasando por empresarios del turismo y del comercio, todos describen una provincia con potencial, pero sin caminos, sin inversión y sin respuestas.
A las puertas de nuevas elecciones, el Puerto espera que esta vez algún candidato pase del discurso a las soluciones. Mientras tanto, sigue siendo una provincia rica en paisaje, pero pobre en oportunidades, y donde muchos aún se preguntan cuánto tiempo más podrán esperar por un cambio real.
Para Limón, el voto es de ‘supervivencia’
En la sétima provincia, reconocida por muchos por sus playas paradisíacas, el voto es versátil; se desplaza entre inquietudes económicas, sociales y culturales que atraviesan sus montañas, sus barras y sus olas. La intención del voto en Limón, eso sí, parte de los elementos esenciales para una estilo de vida digno. Y para comprender por qué los limonenses consideran las propuestas políticas una cuestión de supervivencia, hablamos con sus habitantes.
Cualquiera que desee llegar al Caribe, tiene que subirse a la ruta 32. Las opciones son dormirse en el bus o manejar por horas en ese trayecto prolongado de curvas resbaladizas y propensas a derrumbes, como tantas veces ocurre.
Ese viaje lo realiza con frecuencia Yuride Gutiérrez, artista oriunda de Río Jiménez y estudiante en Cartago. No es nuevo para ella, por ejemplo, que alguna complicación en la carretera deje a su comunidad, y en consecuencia a toda su provincia, incomunicada.
Al dividir sus días entre Guácimo y la GAM, las diferencias para Yuride son cada vez más evidentes: allá abundan los patrullajes, las universidades estatales y los parques iluminados… acá, en cambio, percibe la ausencia de políticas públicas que impulsen la economía local o estimulen el talento de sus vecinos.
Por esas distinciones, quisiera que el próximo gobierno fortalezca la infraestructura limonense, atienda las raíces del desempleo, le devuelva la seguridad a la población y, por supuesto, mejore las condiciones de la ruta 32.
“No existe otra ruta estable y confiable para que Limón se conecte con las demás partes del país (...). Hay muchos servicios que no se dan en la provincia y la gente se tiene que trasladar a la GAM. Con temas de salud, por ejemplo, y eso lo incomunica por completo. Causa demasiada inestabilidad”, afirmó la artista y emprendedora.
Tampoco vería mal que el gobierno dote de recursos a los artistas caribeños. Así como ella disfrutaba sus tardes de infancia entre lápices y pinceles, sabe que más niños se verían beneficiados de programas culturales en sus comunidades. Y si alguno decide seguir el camino de los lienzos, quizás no sienta que avanza en soledad.
El voto termina siendo, más que ideológico, una cuestión de supervivencia en comparación con la GAM (...). Es demasiado común que antes de las elecciones la mayoría de candidatos voltean la mirada hacia las zonas costeras, porque saben que ahí hay demasiados votos por quien prometa el mejoramiento de las condiciones. Pero siempre utilizan las mismas palabras para, de cierta forma, manipular el voto. Si al final vemos una cuestión histórica, se queda solo en propuestas”.
— Yuride Gutiérrez, emprendedora y artista vecina de Río Jiménez, Guácimo
La indiferencia apremia
Hacia el este de Guácimo, la calle se adentra en Siquirres, ese cantón montañoso que muchos consideran de paso. En sus vastas zonas verdes, hoy contaminadas por la expansión de las piñeras, y en las fincas donde el agua potable aún no llega, viven personas ya indiferentes a las elecciones nacionales. Los resultados, de todas maneras, no traen luz a sus problemas.
Allí residen personas como Nelson Alvarado Aguilar, quien recuerda haber crecido con tranquilidad entre pastos y asfaltos, pero hoy siente tangible el temor de cruzarse con una bala perdida o ser asaltado a mediodía.
Y aunque algunos siquirreños como Nelson, quien ha trabajado como profesor en distintos puntos de Limón y hoy es representante en la iglesia evangélica IDEC, mantienen la esperanza de que lleguen cambios positivos a la provincia, la mayoría desconfía de los políticos.
Ese escepticismo, si se quiere, podría mitigarse con el candidato que no solo entienda, si no estimule a las zonas rurales y costeras. La atención estatal al turismo rural y la inversión sostenida a lo largo y ancho de Limón es lo que anhela el pastor.
“Limón es la provincia de donde sale la mayor cantidad de exportaciones y no tenemos proyectos de desarrollo como zonas francas, por ejemplo, que puedan impulsar el tema de turismo. En realidad, las divisas que quedan en los diferentes cantones de la provincia son mínimos”, comentó.
Bajo ese escenario, y si también se mejora el empleo para los mayores de 50 años, considera que el ánimo se podría restablecer en la provincia.
La gente lo que siente es que independientemente del político de turno que vaya a llegar, no van a prestar mayor atención ni van a ayudar en las necesidades reales de la población. Hay muchísima gente con la que uno habla y la mayoría le dice ‘No, yo no voy ni siquiera a salir a votar’. El otro factor también es la polarización, que muchísima gente prefiere mantenerse al margen para no ser atacado en redes sociales”
— Nelson Alvarado, pastor evangélico de Siquirres

Atletas sin recursos
Muchos llegarán al casco central de la provincia caribeña por su gastronomía, otros por sus viajes a Isla Uvita, pero no tantos pasan tiempo en Cieneguita.
Quien sí lo hace es Johnny López, un entrenador deportivo con más de tres décadas de trayectoria, que dedica sus sábados a entrenar a los jóvenes en basquetbol. Lo conmueve ver cómo uno de esos muchachos crece y debuta en primera división, porque no duda de su talento, pero también se le dificulta financiarlo.
Solo un viaje para llevar a cuatro de sus estudiantes a competir a Parrita, por dos días, le costaba ¢600.000; cifra prácticamente inalcanzable de recaudar entre jóvenes de escasos recursos y un profesor que les guía en su tiempo libre.
Es más tortuoso, todavía, observar cómo las escasas inversiones deportivas en Limón se desvanecen, o corrompen. Hace unos años ocurrió con la cancha de atletismo; recientemente, con el presunto lavado de dinero ligado el equipo de fútbol Limón Black Star FC.
Y como la gente está desilusionada y cansada de que candidatos a diputaciones o a la Presidencia prometan áreas recreativas que nunca se concretan, Johnny sostiene que la prioridad para quienes aspiran a gobernar en los próximos comicios debe centrarse en el deporte y la educación en Limón.
Hay que voltear la educación. Tiene que haber más, yo diría, auditoría en las instituciones públicas. Yo lanzo una crítica: ¿Cómo es posible que un país que no tiene ejército tenga escuelas en el suelo hace 10 años? Como la escuela de limoncito, que ya la están construyendo, pero, ¿cuánto tiempo pasó para que la pudieran construir?
— Johnny López, entrenador deportivo en Cieneguita
Puerto Viejo en los ojos de extranjeros
Después de recorrer al menos cuatro horas desde San José y pasar por Guácimo, Siquirres y Cieneguita, se llega a Puerto Viejo. Locales y turistas avanzan por su costa, se detienen para fotografiar el paisaje y, quizá por recomendación, almuerzan o cenan en Salsa Brava, uno de los restaurantes más antiguos de la zona.
La dueña de este establecimiento, Wanda Patterson, ha observado el crecimiento acelerado de la comunidad. Pero cuanto más se expande, más nota cómo los proyectos de desarrollo rara vez quedan en manos de quienes siempre han habitado esos pueblos. En cambio, terminan concentrados en aquellas plataformas y cadenas que levantan hoteles, restaurantes y negocios que desplazan al comercio local.
“Costa Rica en general está de moda y el Caribe del Sur también. Se piensa que es un descubrimiento porque es un lugar no tan poblado que turísticamente se puede desarrollar. Por eso nosotros, en los últimos 10 años, hemos sido descubiertos. Aquí se ha venido todo mundo a invertir, pero no todo ese mundo está regulado”, acotó la empresaria.
El público de Puerto Viejo se ha convertido entonces, para Wanda, en extranjeros adinerados que dejan en desventaja al turismo sostenible del pequeño y mediano comerciante. “El que viene, viene con un poder mucho más adquisitivo que el nuestro”, dice.
En paralelo, los locales se sienten desprotegidos; ya no tienen policía turística en Puerto Viejo, y cuando hay una emergencia, la atención que reciben es mucho más lenta que hace 10, 20 o 30 años.
A los gobernantes venideros, además de atender estas problemáticas, Wanda les pide atención a la educación. Como en Puerto Viejo no hay colegio, los estudiantes deben movilizarse al menos 45 minutos en autobús para llegar al centro educativo más cercano, pero en días en que no pasan o se atrasan, se ausentan de las clases.
Más capacitaciones y oportunidades para los emprendedores locales; centros de salud estables; programas de bienestar para jóvenes, adultos mayores y familias vulnerables. También solicita buses con mayor frecuencia, regulación del transporte informal y mejoras en las rutas que conectan Puerto Viejo con Manzanillo y Cahuita. Todo eso, asegura Wanda, es lo que definirá su voto.
Por supuesto, pesa la historia afrodescendiente, cuyos habitantes exigen respeto por su identidad y sus raíces, conforme al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que reconoce derechos específicos para pueblos originarios y comunidades tribales, y que Costa Rica ya ratificó.
Estos y muchos otros temas han sido urgentes en Limón “desde siempre”, según sus habitantes. Aguardan, no obstante, que alguien llegue a atenderlos en los próximos comicios. Quizás entonces esa persona consiga su voto y restaure la confianza de la cédula 7 en la política nacional.
Tenemos el tema territorial que es un problema muy fuerte. El plan regulador quedó ahorita como el diablo (...). Tenemos mucho miedo hacia los desalojos, a las arbitrariedades y pérdidas de los derechos, preocupación por las decisiones políticas sin consulta real a la comunidad".
— Wanda Paterson, dueña de un restaurante en Puerto Viejo


