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Manfred Russell enfrentó al uruguayo Keiner Brown anoche en el Estadio Labrador, en juego que los morados ganaron 2-4. (Carlos Borbón)
Con su victoria de anoche 2-4 en casa del Uruguay, el Deportivo Saprissa evitó sumar sus peores números de los últimos cuatro torneos cortos luego de haber disputado cinco jornadas.
Los morados ocupan el cuarto lugar del Verano 2014 y acumulan ocho puntos, después de dos victorias, dos empates y una derrota; con un gol diferencia positivo de dos merced a nueve goles a favor y siete en contra.
En el Verano 2013, el primer certamen bajo la conducción de Rónald González, los tibaseños sumaban la misma cantidad de unidades y gol diferencia, pero con ocho goles anotados y seis recibidos.
Es decir, un solo gol concretado hace la diferencia entre el actual torneo y el que se realizó un año atrás, en el cual Saprissa cayó en la serie semifinal ante Cartaginés por ventaja deportiva.
Los saprissistas contabilizaron 13 puntos después de cinco encuentros en los certámenes Invierno 2012 e Invierno 2013, el primero bajo la tutela de Daniel Casas y el segundo con el mismo González. En ambos también cayeron en semifinales.
Eso sí, desde que inició la sequía morada, que data desde el Verano 2010 y se extiende durante siete torneos, el peor arranque fue en el Invierno 2011.
Con Alexandre Guimaraes en el banquillo, los morados iniciaron con un agónico empate en casa de Alajuelense (1-1), derrota en casa frente a Limón (0-1), empate de local ante Belén (0-0), caída en casa del Cartaginés (2-1) y un nuevo empate contra Pérez Zeledón (2-2), para un total de tres puntos.
En el sexto juego, los saprissistas sumaron la primera victoria: por la mínima, 1-0 ante Orión F. C., con anotación de Douglas Sequeira al minuto 88.
Para ese torneo, el factor de la ventaja deportiva volvió a pesar en la eliminación en la fase de semifinales del club tibaseño, pues con la urgencia de buscar un gol adicional en casa de Alajuelense, cuando la serie estaba empatada a dos goles, Walter Centeno perdió un balón en media cancha y permitió que Argenis Fernández sepultara las esperanzas moradas con otra anotación.
