Editorial

Editorial: La promesa del TLC con China

El establecimiento de relaciones diplomáticas con la gran potencia asiática es producto, en primer término, del pragmatismo político, no del interés comercial.

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La promesa del tratado de libre comercio con China quedó corta a diez años de la firma. Las razones son muchas, pero la sorpresa es poca. El establecimiento de relaciones diplomáticas con la gran potencia asiática es producto, en primer término, del pragmatismo político, no del interés comercial.








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