Los empresarios del sector turismo estiman que se debió ahondar más en medidas de apertura, cumpliendo con los protocolos sanitarios, para propiciar la reactivación, aunque apoyan en general los anuncios del Gobierno.

Javier Pacheco, presidente de la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH) considera que hubiese sido más justa una apertura con inclusión de establecimientos medianos y no solo de 20 habitaciones o menos, con aforos determinados de 20% o 30%, según tamaños.

En ese mismo sentido se manifestó Rubén Acón, presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), para quien tampoco resulta fácilmente explicable que no se permitiera el funcionamiento de restaurantes los fines de semana.

Datos solicitados al Instituto Costarricense de Turismo (ICT) indican que los establecimientos de 20 o menos cuartos representan el 83% de los centros de hospedaje del país, así como el 41,7% de la oferta en habitaciones. Se trata, según el instituto, de 3.084 de los 3.715 sitios totales de hospedaje y de 24.082 habitaciones de las 57.789 que en total ofrece Costa Rica.

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En declaraciones por separado, los dos dirigentes coincidieron en calificar, empero, como un muy buen paso las medidas anunciadas este lunes 11 de mayo y dijeron entender la cautela del Ministerio de Salud hacia la reapertura de actividades.

Clemencia Palomo, integrante de la junta directiva y vocera de la Cámara Costarricense de Restaurantes y Afines (Cacore), señaló que en los próximos días seguirán insistiendo ante el Gobierno para que les permita abrir sábado y domingo, en un horario restringido de 12 m. a 6 p. m.

Palomo coincidió con Pacheco y Acón en que la definición de un cronograma con fechas para una mayor apertura, a partir del 1.° de junio y en los siguientes meses, es fundamental para los empresarios.

Para Acón ese cronograma es básico para prepararse con los protocolos sanitarios adecuados y para saber cuántos colaboradores se van a llamar en cada caso. El jerarca hizo un llamado a dueños y trabajadores para extremar las medida de higiene, con el fin de evitar problemas y que se vuelvan a endurecer las restricciones.

Por su lado, la ministra de Turismo, María Amalia Revelo, recordó que las Pymes (pequeñas y medianas empresas) son el modelo de desarrollo turístico de Costa Rica y permitir que empiecen a operar la mayoría de alojamientos del país, a un 50% de su capacidad, es un paso importante hacia la reactivación paulatina del sector.

Comenzar con algo

En las áreas turísticas de Arenal-La Fortuna y Sarapiquí, las cámaras regionales afirmaron que las medidas, aunque limitadas, permiten comenzar con algo y son buenas señales.

Tadeo Morales, presidente de Arenal Cámara de Turismo y Comercio, explicó que solo un 25% de los hoteles de la zona tienen menos de 25 habitaciones, pero significa un avance para ir saliendo de la temporada cero de 45 días.

"El tema es que por algo se debe comenzar y hacerlo con mucho cuidado, porque el producto nuestro (el turismo) es de excelente calidad. Así que se deben aplicar protocolos estrictos para no dañar ese producto”, advirtió Morales.

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En Sarapiquí, donde hay una notable cantidad de sitios de alojamiento con menos de 20 habitaciones y es una zona cercana geográficamente al centro del país, los empresarios analizarán un plan conjunto de reapertura.

Johana Argüello, vicepresidenta de la Cámara de Turismo de Sarapiquí, indicó que el plan se hará en conjunto como región turística.

“Parece que es el momento idóneo, hay que empezar por algo, pero en la zona somos cautelosos porque el turista no va a volver de un día para otro. En la zona somos conscientes de que hay dos factores fundamentales, la confianza para viajar y el poder adquisitivo de las personas. En la Unión Europea y específicamente en España, una encuesta revela que el turista está dispuesto a hacer viajes de solo un día, sin hospedarse”, recordó Argüello.

Entre tanto, Palomo expresó que la insistencia de Cacore, parar abrir el fin de semana, se debe a que una gran cantidad de restaurantes depende de sábado y domingo para sobrevivir, pues entre semana la actividad baja mucho. Se trata, subrayó, de restaurantes ubicados en zonas donde hay turismo de esos días, como Cachí y las faldas de los volcanes, otros.

Aseguró que esos negocios son mayoría, entre el 45% que todavía permanece cerrado, y que su reapertura sería una salvación en particular para los saloneros.