Lisbeth Valverde Brenes, de 28 años, encontró en el llanto su desahogo. Entre sollozos asimiló no haber avanzado más allá en la final de Miss Universo 2023 (MU).
Las lágrimas, paradójicamente, le permitieron ver la claridad de un futuro en el que confía: “Dios abrirá nuevas puertas”, dice.
Este 27 de noviembre, una semana después de regresar de Miss Universo, Lisbeth conversó amplia y reposadamente con La Nación acerca de lo que vivió, del dolor que le provocó no clasificarse en el top 20, de lo que viene para su vida como Miss Costa Rica y de sus planes cuando entregue la corona.
Actualmente, sus días pasan entre los compromisos que debe atender como reina y las las diligencias relacionadas con devolver algunas de las piezas que llevó a El Salvador, donde se realizó el certamen de belleza. Además, en este tiempo, Lisbeth ha aprovechado para descansar y chinear a su perrita que atropellaron cuando ella regresó.
Por supuesto, que luego de descompresionar todo lo que conlleva participar en un Miss Universo, la profesora de educación especial ha aprovechado para satisfacer todos los antojos que tenía pendientes y que había pospuesto por priorizar su alimentación balanceada.
En la siguiente entrevista, Miss Costa Rica 2023 compartió sus sentimientos pasados, los presentes y todos sus sueños como una figura que se visualiza en la televisión causando un impacto social.
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La experiencia de Miss Universo
-Ha pasado una semana desde que regresó al país luego de que terminó Miss Universo. ¿Cómo se siente la vida en este momento?
Me siento muy feliz, tranquila. Ha sido un año de mucha presión, de cierta forma, pero era algo que yo quería desde hace muchos años. He tratado de vivir el sueño al máximo.
“Sigo recuperándome físicamente del cansancio. De los pies. El otro día fui a hacerme el pedicure y duraron hora y media por como los traía, por todo lo que me pasó con las ampollas y demás. La parte física se recupera.
“Me siento tranquila, agradeciendo mucho a Dios por la oportunidad. Siento que después de todo lo que pasó, que a pesar de que no logramos top 20, sé que hice todo lo que estuvo en mis manos. Estoy muy agradecida con doña Gabriela (Alfaro, directora de Miss Costa Rica) que me ha dado mucho apoyado después de la experiencia.
“Siempre pienso que al inicio es muy fácil que las personas se unan al sueño y lo apoyen. Pero los que se quedan hasta el final realmente uno ve que están ahí porque lo aprecian, porque consideran que hiciste un excelente trabajo. Ahorita estoy tranquila, disfrutando que me dieron el premio del carro nuevo. Eso me puso muy feliz, después de tanto esfuerzo e inversión, porque el tema de concursos requiere inversión económica”.
-Volvamos a aquella noche en la que para sorpresa de Costa Rica usted no pasó al top 20. ¿Qué fue lo que sintió cuando terminaron de llamar a las clasificadas?
Sentí un poco de sorpresa, sentía que mi trabajo sí era merecedor de esa clasificación. No solo del top 20, sino que me veía en el top 10 por mi desempeño. Me fue bien en la entrevista que la hice en inglés. Siempre fui puntual. Después de compartir con las chicas, usted se evalúa. Me veía en ese top 10. Me sentí muy triste, algo que es de humanos luego de tanto sacrificio y trabajo.
“Estuve triste, lloré. A pesar de que no podía entenderlo, en ese momento sabía que todo tenía una razón de ser, que luego iba a comprender por qué Dios no lo quería para mi vida. Lo puse en manos de Él.
“Me dolió pero luego lo acepté. Reflexioné, oré mucho y pedí paz. Uno cree que va a llegar al país y que tal vez va a haber muchas personas criticando o dando malos comentarios. Al principio me daba intranquilidad que el país se sintiera mal conmigo. Fue todo lo contrario. Desde que llegué al aeropuerto, al edificio donde vivo, al canal, al Mercado central, donde sea que vaya, me reciben, me abrazan y me felicitan. Ahora, hasta cuando voy a un restaurante, llegan a la mesa a decirme si me pueden compartir un par de palabras.
“Estoy en etapa de aceptación, de sentir felicidad por las otras compañeras. Realmente uno quiere llegar al top, pero no sabe si hay otras compañeras que realmente necesitan estar ahí por aprobación personal, porque han sufrido mucho bullying, porque han vivido situaciones en la vida que necesitan ese merito para continuar con sus vidas. De mi parte me siento satisecha, tranquila y hasta feliz por las compañeras que sí lo pudieron lograr”.
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-Luego de no entrar al top, ¿qué la motivó a inmediatamente hacer una transmisión en vivo. ¿Buscaba justificarse o el consuelo de un pueblo que estuvo a su lado?
Realmente quería hacerlos parte. Soy de pensar que si las personas están en las buenas, muchos estarán en las malas. Fue un momento de tristeza, necesitaba apoyo. Necesitaba ser humilde y dar la cara. ‘No lo logramos y me duele muchísimo’: ese era el sentimiento.
“Antes tenía miedo de ser vulnerable. En la carrera de miss se quiere mostrar una cara de perfección y que todo anda bien, pero la vida no es así. Las mujeres reales sentimos, lloramos, tenemos emociones y quería mostrar eso hasta el final. Siempre fui una mujer real. Me mantuve auténtica en mi esencia y en quién soy, no me daba miedo mostrarme triste al mundo porque es una reacción normal en un momento como el que estaba viviendo. Quería compartir mi sentimiento con Costa Rica, con un país que también estaba sintiendo lo mismo.
“Sentí el apoyo de muchas personas, se conectaron 14.000 y yo solo recibía comentarios que decían que era una campeona y que estaban orgullosos de mí. Eso me ayudó a llevar ese momento”.
-Reitero la pregunta que le hice en El Salvador antes del certamen: ¿cree que hacer algo distinto hubiera cambiado las cosas?
No. Creo que no. Hice todo lo que realmente podía hacer con los recursos que tenía. Siento que di un buen rendimiento en general (...). Hay personas que creen que un vestido va a hacer que una reina gane (en la preliminar Lisbeth usó una prenda diferente a la que tenía planeada, pues su primera opción le quedaba grande). Miss Universo siempre lo dice: ‘No es el vestido, sino la actitud con la que se lleva’.
“Yo siempre tuve la actitud y energía correctas. Si fue así es porque no estaba en mi camino. Mi trabajo me tiene satisfecha. Nada cambiaría el resultado.
-En su transmisión en vivo usted mencionó que (luego de llorar) se iba a lavar la cara para ir a felicitar a muchas de sus compañeras que “se merecían estar en el top”. ¿No estuvo de acuerdo con algunas de las clasificadas? Hay quienes dicen que hubo espacios que asignaron por inclusión (como el caso de Miss Nepal, candidata de talla grande, y Miss Portugal, mujer trans), ¿su comentario iba en esa línea?
En el momento tenía muchas emociones a flor de piel. No podía entender el por qué algunas compañeras clasificaron. Ahora, que estoy más tranquila, que he reflexionado mucho sobre la experiencia, yo digo: tal vez Miss Nepal y Miss Portugal, a pesar de las críticas, tal vez ellas necesitaban estar ahí para continuar sus vidas tranquilas. Tener esa aprobación. Ellas son chicas que han recibido muchísimo bullying, han estado detrás de situaciones que la gran mayoría de personas no nos podemos ni imaginar.
“El solo hecho de exponerse en una plataforma tan grande en la condición de ellas, que una es una chica trans y la otra es una chica plus, genera mucha controversia. Al principio yo no lo entendí tampoco, pero ahora he reflexionado y comprendido que ellas necesitaban ese top para tener un premio ante tanto que han sufrido. Aunque al inicio no lo entendí, ahora estoy aceptándolo más. Fueron chicas con las que conviví y a las que respeto mucho. Con ellas no tuve ningún problema. Ahora me siento feliz de que lo hayan logrado”.
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-Luego del momento amargo, al enterarse de que no clasificó, usted se recuperó y salió con buena actitud. Incluso fue una de las personas que Miss Universo, Sheynnis Palacios, recuerda por las palabras que le dio en ese momento. ¿Qué fue lo que la hizo sentirse mejor?
Llorar. Tal vez tenía esa emoción encapsulada. Lloré y lo dejé ir. En ese ‘live’ que hice lloré, me desahogué y me sequé lágrimas. Salí de nuevo, había compañeras a las que había que celebrarles, con las que habíamos compartido muchos días, se merecían que estuviéramos ahí viviendo ese momento.
“Que Anntonia (Miss Tailandia, segundo lugar), Sheynnis (Miss Nicaragua y actual Miss Universo) y Moraya (Miss Australia y tercer lugar), con quienes tuve cercanía, quedaran (en el top 3) era un motivo super grande para salir y ver qué pasaba.
“Aunque estaba participando, yo he sido fan de Miss Universo toda la vida. Era vivir el sueño como miss y también como fan del concurso, de estar ahí apoyando a chicas que han sido cercanas por tantos días y que hemos vivido ese sueño juntas. Yo salí con la mejor actitud. Creo que ese apoyo es lo que uno realmente espera de las compañeras.
“Por supuesto, el hecho de que Sheynnis ganara es una alegría para todo Centroamérica. (Nicaragua) es un país que tenemos a la par. Es una alegría para mí. Ella me veía y me decía que no podía creer, le tomé la mano y le decía: ‘créaselo, créaselo, porque usted se lo merece’. Luego ella hasta salió y lo dijo en una entrevista. Me hizo sentir muy feliz que lo recordara. Éramos 80 chicas que tenía a la par. Estoy superfeliz por ella, esperando que haga una excelente representación: estoy segura de que así será”.
Me veía en el top 10 por mi desempeño. Me fue bien en la entrevista que la hice en inglés. Siempre fui puntual. Después de compartir con las chicas, usted se evalúa. Me veía en ese top 10. Me sentí muy triste, algo que es de humanos luego de tanto sacrificio y trabajo.
— Lisbeth Valverde
-Usted comentó que tuvo una gran ampolla que le lastimó el pie, que trasnochó, al igual que sus compañeras, lavándose el cabello, preparando la ropa, entre otras cosas. En la escala del 1 al 10, ¿qué tan cansado y sacrificado es darlo todo en un Miss Universo?
Diez. Es muy cansado. De verdad que sí. No solo en Miss Universo. Ya uno trae una jornada de trabajo bastante pasada. No lo digo solo yo. Cuando llegamos el primer día, el tema de conversación de todas era lo cansadas que estábamos, porque el último día, el día cero, hay que terminar de alistar los últimos detalles, las maletas. Recuerdo que antes de irme dormí como dos horas alistando maletas, planchando el traje. Me levanté temprano para irme para Teletica a maquillaje y peinado, porque me tenían despedida en el aeropuerto. Quería llegar temprano. Hacer todo lo de las maletas (documentarlas).
“Luego llegar allá, es ir a un mundo nuevo. Si bien El Salvador es un país que había visitado semanas antes, no lo había visitado ya con la organización y la logística del Miss Universo. Mentalmente uno está entrando a otra dimensión. A mí me tomó dos días asimilar que ya estaba viviendo la experiencia porque uno se levantaba y era como estar viviendo un sueño. Sentía extraño el cuerpo. Lo hablaba con las compañeras y todas estábamos igual. No habíamos descansado bien, las carreras, los estreses y demás.
-¿Cómo fueron los siguientes días?
A partir del tercer y cuarto día todas nos empezamos a adaptar, incluso a conocer mejor. Habíamos descansado un poquito más. Ibamos al desayuno y ya uno se sentaba a compartir. Definitivamente es muy cansado. Los primeros días de la competencia son más tranquilos porque son más de registro, información, probarse los vestidos para la final, los zapatos, los aretes, no es tan agotador (...).
“Cuando inician las actividades todo cambia. Las actividades empiezan muy temprano en la mañana y terminan a la 1 o 2 a.m., a veces se duermen dos o tres horas. Usted podría dormir más, pero usted quiere verse bien. Tiene que levantarse temprano, hacerse el maquillaje, preparar lo que se va a poner. Son muchos detalles a los que hay que estar superpendientes.
“Pero todo vale la pena. Cuando se está ahí es un esfuerzo de muchos días, pero no es que voy a estar todo un año ahí. Son dos semanas muy intensas en las que vale la pena dar esa milla extra y no solo por uno, sino por un país que está esperando.
-¿Qué le queda de Miss Universo?
Mucho aprendizaje y agradecimiento. Me llegué a conocer en aspectos que tal vez no conocía: mi resistencia física, psicológica, me quedan muchas amistades. Ahora quiero ir a Croacia, de donde es mi compañera que también es educadora, tenemos la misma edad. Entonces es demasiado lindo conocer a una persona que se parece mucho a usted y que es de otra parte del mundo.
“Además me encantaría ir a Australia un día a conocer a toda la familia de Moraya (tercera finalista), que fue una chica muy cercana a mí. Me quedan experiencias y recuerdos”.
Lo que viene
-¿Qué viene para Lisbeth Valverde como Miss Costa Rica?
Siguen muchos proyectos. Ya tenía planeadas varias cositas con mi proyecto social Manos Unidas Costa Rica, quiero seguir trabajando con personas con discapacidad: desarrollando actividades.
“Ahora me va a hacer parte de un proyecto para visitar niños con cáncer en hospitales. Para fin de año voy a estar realizando esa labor social. (...).
“Estoy muy emocionada porque voy a ayudar a doña Gabriela Alfaro con el Miss Costa Rica 2024, se vienen sorpresitas. Quiero estar presente. Me encantaría hacer esta experiencia lindísima para las chicas que quieran venir a participar, motivarlas. Hay apertura para chicas de todas las tallas, tamaños, rangos de edades. Va a ser un año muy interesante. Quiero hacerles la invitación a las chicas para que haya esa apertura y se celebren las mujeres en todas sus formas. Las mujeres reales son lo más bonito. Voy a hacer énfasis con todo esto y seguir con lo que doña Gabriela me solicite.
-¿Planea una vida más tranquila, volviendo más a su cotidianidad de playa o de contacto con la naturaleza?
Me encantaría, pero creo que ahorita traigo un ritmo muy bueno. La razón por la que hice esto es también para que me genere más trabajo y oportunidades. Entonces irme en este momento para la playa no es prioridad para mí. La playa siempre va a estar ahí y puedo seguir yendo. Irme una semana, estar. Ahorita siento que hay mucha oportunidad para generar trabajo y economía después de tanta inversión. Preferiría estar más que todo aquí, aprovechando todas las oportunidades que se me puedan abrir. Mi vida de la playa y mis negocios allá van a continuar de la mano de lo que se ha creado en el Valle Central.
-Usted habló de que Miss Universo es una etapa que pasó y que venían cosas mejores, que se podrían abrir nuevas puertas y que usted confiaba en eso. ¿Se ve trabajando en la televisión? ¿Cómo quisiera aprovechar la exposición y cariño de las personas?
Me veo en la televisión definitivamente. Todavía no sé que vaya pasar, pero me encantaría trabajar en televisión y me encantaría usar la oportunidad para generar impacto social: hablar de temas importantes, de las personas con discapacidad. Usar ese trampolín para compartir mensajes importantes con el mundo. Al fin y al cabo mi profesión es la educación especial. Me gustaría hacer ese vínculo entre tener una exposición mediática y compartir mensajes bonitos.
“En este momento no sé qué es lo que viene, porque a corto plazo tengo todas las responsabilidades como Miss Costa Rica, tengo todo un año de reinado, sería prematuro decir en qué me veo, pero sí me encantaría seguir en la televisión y trabajando con marcas en una línea como lo que he hecho en Miss Costa Rica.
Personal
-¿Qué le dijeron su mamá y su novio cuando ya pasó la final de Miss Universo? En una entrevista con este medio su pareja Travis dijo que usted siempre será su ganadora.
Ellos estaban muy orgullosos. Siempre me lo dijeron, desde que gané Miss Costa Rica. Ahora que viví toda esa experencia para ellos también fue como un sueño. Mi mamá no ha salido mucho del país. Ella estaba muy emocionada, la señora que me patrocina la ropa, de Kenana Fashion, también patrocinó a mi mamá. Entonces iba con vestidos nuevos, super bonitos. Estaba viviendo toda la experiencia.
“Mami hizo unos carteles y los llevó en el avión. Travis ya había estado apoyándome en otros concursos, estaba más acostumbrado a estar presente en la experiencia. Para toda mi familia ha sido un sueño que yo pudiera ir ahí. No solo el hecho de estar ahí, sino todo el apoyo que me dio el país. Ellos vivieron esa emoción, ellos vieron como todo mundo estaba emocionado y eso los hacía sentir muy orgullosos. Estuvieron conmigo al final, secándose las lágrimas, consolándome (...). Ahora quedan recuerdos muy lindos para contarle a las futuras generaciones”.
-Hablando de futuras generaciones, ¿quiere tener hijos?
Tal vez uno (risas).
-Cómo sigue su perrita Bella , ¿cuándo fue que la atropellaron y cómo hizo para soportar la noticia? ¿ Fue durante el Miss Universo?
Fue ahorita que llegué. Un vecino, acá de Barrio Escalante, estaba cuidando a la perrita. Entonces le dije a Travis que quería verla, él se fue a traerla. Yo estaba muy cansada, entonces él la sacó a pasear y se escapó del parque donde estaban y la atropelló un carro. Cuando me la trajo yo casi me muero, tenía tantas ganas de verla y cuando la veo estaba toda atropellada.
“Por dicha ahí no pasan carros muy rápido, entonces solo fue un golpe, en el momento se vio muy feo porque no podía ni caminar. Le pedí a doña Gaby (Alfaro) la recomendación de un veterinario, entonces vino un doctor al departamento y la revisó y medicó. Ahora se comió un huesote, quiere decir que está superbién.
-Antes hablamos de su gusto por los dulces a la hora del café y también de su compromiso de tener una alimentación más balanceada de cara a Miss Universo. Ahora que todo terminó, ¿qué gustos se ha dado?
Imaginate. Comí bastanmte sushi, pollo caribeño con rice and beans, cajetas de coco con tapa de dulce, he comido demasiadas. Como visité el Mercado central me dieron una canasta navideña con muchos productos, entre ellos cajetas de coco. He comido chocolates y rollos de canela, mi novio fue a la feria de Zapote y me trajo, pues son mis favoritos con café negro. Realmente tengo varios gustos que quitarme.
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