Rónald González asumió la Selección Nacional como técnico interino, pero en su estancia en el banquillo busca dar un giro táctico y cambiará un sistema que se convirtió en un sello de la Tricolor, pues pasará del 1-5-4-1 de los últimos ocho años a un 1-4-4-2. ¿Qué implica esto, cuáles son las ventajas y desventajas?
Johnny Chaves, Luis Diego Arnáez y Marvin Solano explicaron los cambios y las consecuencias positivas y negativas que acarrea la modificación en un esquema que perfeccionó Jorge Luis Pinto y tuvo continuidad con Óscar Ramírez.
A nivel general, la gran ganancia del ajuste es que se buscará ser más ofensivo, sumar más hombres en ataque y acuerpar al único delantero que se utilizaba anteriormente, según detallaron los tres entrenadores consultados.
El eliminar la línea de cinco con la que se venía trabajando en defensa y convertirla en una de cuatro, hace que se gane un delantero, si González se inclina por el 1-4-4-2. De igual forma, si Rónald utiliza un 1-4-2-3-1 sumará un futbolista más en la medular y poblará este sector para ganar alternativas para intentar abombar las redes.
“En el 1-4-4-2 hay más gente que está cerca del área y en ataque, se puede ser más ofensivo con dos hombres en punta y efectuar un juego más de tú a tú con el rival. Con el 1-5-4-1 se tienen más implicaciones defensivas para optar por la contra, con jugadores rápidos y sorprender al equipo rival con los espacios que deja”, señaló Arnáez.
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Adicional a esto, con el sistema que propone el estratega de la Sele el equipo puede juntar más sus líneas, tener un bloque más compacto para las transiciones al arco rival y elaborar más en la zona media al contar con un número mayor de variables.
Incluso, cuando uno de los laterales desborda se genera superioridad por el costado y se ganan opciones para que los volantes centrales filtren pelotas, según explican los entrenadores.
“Jugar con un 1-4-4-2 permite cubrir más espacios cuando el equipo va en ataque. Se puede poblar más la zona media y se gana en presencia. Al atacar al menos un lateral debe incorporarse y de igual forma se queda bien armado en defensa, porque quedan los dos centrales y el otro carrilero, quien también puede ir al medio y así tener superioridad y no estar desprotegido”, manifestó Solano.
No obstante, también hay riesgos que se corren con la modificación de un funcionamiento que los seleccionados ya conocen de memoria. Con los cinco defensores se cubren más espacios al defender, los recorridos de los zagueros son menores y hay menos opciones de que filtren balones a las espaldas.
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De igual forma, con el 1-4-4-2 el despliegue físico debe ser mayor de toda la parte baja y también de los extremos, quienes tienen están obligados a un ida y vuelta constante.
“Una debilidad es cuando filtran balones a las espaldas de los centrales y si las distancias son grandes entre ellos es un problema. Además, si el rival juega con dos delanteros los centrales pueden quedar mano a mano. Ante esto, la línea de cuatro debe ser plana, tener buenas coberturas y recorrer más espacio. Lo importante es dominar los movimientos y fases de juego. Antes Costa Rica se defendía bien, pero le faltaban variables y peso en ataque”, enfatizó Chaves.
Rónald reconoce que no tiene muchos espacios para perfeccionar lo que quiere de cara a los amistosos ante Corea, el 7 de setiembre, y frente a Japón, el 11 de setiembre, por lo que optó por mandar a los futbolistas movimientos y especificaciones de lo que pretende.
El nivel de los oponentes da para efectuar pruebas y buscar alternativas en un momento en el que no se tiene la misma presión que en épocas de eliminatoria. El cambio debe ser asimilado sin problemas por los convocados, quienes están acostumbrados a manejar este tipo de variables tácticas, resaltaron los técnicos consultados.
“Es bueno investigar y descubrir si se puede jugar con este sistema. Los rivales no son tan fuertes y va a permitir valorar una línea de cuatro, ver el comportamiento de la medular y la ofensiva en todas las facetas. A este nivel los seleccionados manejan sin problemas varios sistemas, están acostumbrados y no debe ser algo complejo para ellos”, finalizó Johnny.