El título es de Lionel Messi, pero ‘Dibu’ Martínez merece una estatua

En Argentina deberían construir una estatua para el mejor portero de la Copa del Mundo, y es que Dibu primero fue determinante para ganar la última Copa América y luego en Doha demostró ser una muralla; más aún en los penales.

Lo normal es quedarnos en sus paradas determinantes desde el machón blanco ante Países Bajos y más frente a Francia, aunque en realidad el modelo para su monumento debería ser ese achique espectacular que realizó en el minuto 120+2 ante Kolo Muani: para ponerse de pie y aplaudir.

Muani hizo todo bien y tenía la mesa servida para dar el cetro y no llegar a los cobros desde los 11 metros, no obstante, apareció la pierna izquierda del meta para repeler el trallazo.

Ya en la tanda crucial (2-2, 3-3 en la prórroga y 4-2 en penales), hizo lo que mejor le sale, deteniendo el lanzamiento de Kingsley Coman. “Era el destino sufrir”, dijo nada más terminar el encuentro.

“Un partido de sufrir, otra vez lo teníamos controlado. Dos tiros de mierda de vuelta y nos empatan el partido. Otra cosa que dijimos, que era el destino sufrir. Nos ponemos 3-2. Nos cobran otro penal. Nos meten. Casi nos meten dos goles. Gracias a Dios que saqué ese pie después”, recordó.

Además, señaló: “después hice lo mío, lo que soñé. No pudo haber un mundial que haya soñado como este. No tengo palabras”.

Su alegría no hizo que mermara ese espíritu combativo que le caracteriza y hasta se recriminó porque a su parecer, otra vez le patearon tres veces y le metieron tres goles. A su criterio, podía haber atajado el primer penal, pero considera que se tiró mal y ya después “hice todo bien”.

En el momento dedicatorias, el arquero apuntó “a mi familia, a mi nene”. Y recordó: “Salgo de un lugar muy humilde, me fui de joven, muy chico, a Inglaterra, y se lo quiero dedicar a ellos”.