Verdeza, el residencial para adultos mayores, donó ¢716.965 a la Asociación Costarricense de Alzhéimer y otras Demencias Asociadas (Ascada).

En las trece historias que habitan Verdeza, en Escazú, no solo coincide la capacidad de pago mensual para vivir la vejez en las mejores condiciones, sino su deseo de cambiar de casa, ante la soledad en que habitaban.

Cuando la soledad pintó las paredes de su casa, Carmen Rojas, de 83 años, decidió mudarse junto con su esposo, a un nuevo concepto de vivienda para adultos mayores en Costa Rica: la casa-hotel Verdeza, en Escazú, que atiende a jubilados, desde noviembre del 2013.