“¿Por qué tienen que pagar platos rotos la gente que espera meses o años por una cita o una cirugía?”, pregunta el cardiólogo Rafael Gutiérrez Álvarez.
En su consultorio del Hospital Nacional de Niños atiende pacientes de todo el país que no pueden aguardar para ver al especialista o para realizarse un procedimiento quirúrgico para resolver un mal congénito.
Independientemente de lo que piense sobre el proyecto de reforma fiscal, Gutiérrez no está de acuerdo con la huelga, y así lo dejó patente en un mensaje que compartió en un chat con pediatras subespecialistas en Cardiología.
"Mi patrono no ha violado mis derechos y no puedo ir contra él. Ese patrono no es la Junta Directiva ni los gerentes, esos son de paso. El verdadero patrono son lo que pagan la cuota obrero patronal, padres y madres que junto con los patronos pagan para que nosotros tengamos el sueldo mes a mes.
“¿Díganme con qué cara voy a negar la atención al asegurado? ¿Por qué tienen que pagar los platos rotos? Yo sí tengo muy claro por qué no estoy en huelga. (...) nuestro patrono es el paciente, la CCSS es de los pacientes”, mencionó en ese comentario entre colegas.
La Nación conversó telefónicamente con Gutiérrez para que ampliara sobre sus declaraciones. Él es de los profesionales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) que se ha mantenido en sus labores durante los 16 días que acumula la huelga contra la reforma fiscal.
Solo en la consulta externa del Hospital de Niños, dijo, se programan hasta 50 pacientes diarios con diferentes padecimientos.
“¿Cómo es posible que afectemos a gente que no tiene nada qué ver por un pensamiento político? Siempre he hablado de la deshumanización de los servicios de salud, y hoy confirmo que entre más deshumanizado estés es más fácil dejar el trabajo. Ahí de verdad es donde opera la conciencia”, comentó Gutiérrez indignado por lo que ha visto y oído en estos días de protesta.
Recuerda que una colega neonatóloga del Hospital México que le comentó que una de estas noches nadie llegó a recibir el turno. "Entre quienes estaban ahí tuvieron que resolver quién se quedaba para no dejar a los bebés solos.
“La gente, además, está dejando las emergencias, contrario a lo que se dice. Se tenía que tomar una radiografía a una bebé grave y en Rayos X nos dijeron no había asistente: ‘si quiere, hago la placa pero venga usted por el equipo’. Esto es lo que está pasando. No llega el personal en la noche y esos pacientes están condenados a complicarse y a morir", advirtió indignado.
Según comentó, en el Nacional de Niños se ha trabajado con relativa normalidad.
"Mi percepción en el hospital es que la mayoría aquí está trabajando. Hay un pequeño número en huelga pero trabajan en servicios clave como limpieza, lavandería o cocina que tienen un gran efecto en el funcionamiento del hospital.
“Nosotros no hemos suspendido procedimientos, pero hay días en que no ha habido personas de limpieza o camilleros. Simplemente, entre enfermeras técnicos y médicos hacemos esa funciones, pero no hemos dejado de hacer cateterismos programados. Hemos hecho el trabajo de ellos, pero tampoco podemos seguir así”, afirmó.
"He hablado con colegas de otros hospitales que apoyan la protesta pero no están en huelga porque no quieren ver que el paciente sufra las consecuencias. En un país de derecho todos podemos manifestarnos y agotar otras vías antes de afectar al paciente.
“Yo siempre me he preguntado por qué no hacen la manifestación después de las 4 p.m., cuando ya han cumplido con su horario ordinario de trabajo. No. La hacen para no ir a trabajar”, agregó.