El gimnasio que adquirió la sociedad anónima Centro de Acondicionamiento Lift S. A., que ahora se llama Redemption Fitness, se ubica en Pozos de Santa Ana, contiguo a la Ferretería El Lagar. Fotografía: José Cordero
Uno de los funcionarios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) suspendido por presuntas irregularidades en compras millonarias de mascarillas, preside una sociedad que adquirió, en medio de la pandemia, un gimnasio en Lindora, Santa Ana.
Se trata de Hans Vindas Céspedes, asesor de la Gerencia de Logística cuestionado por supuestas anomalías en contrataciones de emergencia, ejecutadas entre marzo y mayo del año anterior, para el suministro de mascarillas y otros insumos necesarios para proteger al personal de salud encargado de atender a los pacientes con covid-19.
De acuerdo con el Registro Nacional, desde el 5 de junio de 2020, Vindas es presidente y representante legal de la sociedad anónima Centro de Acondicionamiento Lift, propietaria de un gimnasio dedicado al crossfit.
Rolando Guevara Rodríguez, antiguo dueño del negocio, confirmó a La Nación que vendió esa personería jurídica junto con los equipos y pesas a Sandra Céspedes Porras, madre de Hans Vindas Céspedes; a Alain Vaca Ojeda, un vecino de Belén, Heredia, y a su hijo, Alejandro Vaca Intriago, ambos de nacionalidad ecuatoriana.
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¿Cómo ocurrió la compra? Según la certificación del Registro Nacional, el 5 de junio del año anterior, la mamá de Vindas y los dos ecuatorianos aportaron $14.000 (casi ¢9 millones) para adquirir las acciones de Centro de Acondicionamiento Lift S. A..
La mamá del funcionario de la Caja contribuyó con $7.000 y se quedó con el 50% de las acciones. Vaca Ojeda aportó $5.600 y Vaca Intriago $1.400, y se repartieron el otro 50% de las acciones.
Ese mismo día, ante el notario público Luis Diego Rodríguez Mena, designaron a Hans Vindas Céspedes como presidente y “representante judicial y extrajudicial con facultades de apoderado generalísimo sin límite de suma” de la sociedad anónima.También integraron la Junta Directiva: Ojeda como secretario, Vaca Intriago como tesorero y Cinthia Castro Jiménez como fiscal.
El anterior dueño, Rolando Guevara, manifestó que vendió el negocio porque había dejado de generar ganancias, debido a las restricciones impuestas durante la pandemia.
“Con los cierres y las restricciones impuestas por el Ministerio de Salud no era un negocio rentable”, declaró Guevara.
Añadió que mantuvo el local cerrado desde marzo –mes en que se registró el primer caso de covid-19 en Costa Rica– hasta junio pasado.
Omitió dar detalles sobre el monto de la venta y el mecanismo de pago, pero sí dijo que el traspaso se hizo a “inicios de junio” a nombre de la mamá de Vindas y de los dos ecuatorianos.
El 27 de enero, este diario llamó a la madre del funcionario para consultarle sobre la adquisición del gimnasio. Ella alegó que la comunicación infringía la ley de protección de datos personales al contactarla a su celular y cortó la llamada.
La Nación también llamó a Vindas el 27 de enero a las 7:08 p. m.; el 2 de febrero a las 4:43 p. m. y este miércoles 3 de febrero a las 2:38 p. m., pero nunca atendió. Asimismo, se le enviaron tres mensajes de texto este miércoles.
Vindas permanece suspendido con goce de salario (¢1,6 millones mensuales) desde agosto del 2020 mientras avanzan tres investigaciones administrativas en su contra por supuestos favorecimientos a proveedores inexpertos, la gestión de un pago por adelantado de $1,3 millones a una proveedora, la aparente intermediación para ingresar ofertas fuera del plazo establecido y la contratación de tres vuelos chárter, por $1,2 millones, para traer donaciones de mascarillas y otros desde China.
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El último procedimiento en su contra fue abierto por la Gerencia General de la CCSS, el 28 de enero, por pérdida objetiva de confianza.
También permanece suspendido Luis Fernando Porras Meléndez, gerente de Logística de la CCSS, y María Díaz Rivera, asesora legal de esa gerencia. Otros funcionarios fueron trasladados a otros cargos mientras se investigan las contrataciones.
El Ministerio Público abrió, desde el año anterior, investigaciones judiciales para determinar si los funcionarios y proveedores involucrados en adjudicaciones cuestionadas, cometieron presuntos delitos de tráfico de influencias o perjuicio contra la Hacienda Pública.
Estas causas se siguen bajo los expedientes 20-000122-1218-PE, abierto en agosto, y el 20-000175-1218-PE, de setiembre.
Escritura ante el Registro Nacional, del 5 de junio del 2020, donde consta los compradores de las acciones del gimnasio y la designación de Vindas Céspedes como presidente de la sociedad anónima. Fotografías: Reproducción
Varias versiones
Alain Vaca Ojeda, el ecuatoriano que aparece como secretario y representante legal en la Junta Directiva del Centro de Acondicionamiento Lift, dio varias versiones al ser consultado por La Nación.
A inicios de diciembre, en una primera llamada telefónica, expresó que en 2020 surgió la posibilidad de comprar un gimnasio en Lindora, Santa Ana, a una persona que enfrentaba dificultades económicas y decidió emprender el negocio para abrir una segunda sede de Catharsis, un gimnasio de crossfit que posee desde hace varios años, en Heredia.
Alegó que, en redes sociales, Vindas se presentaba como uno de los dueños de la sucursal en Lindora para atraer clientes, pero que el funcionario de la Caja no aportó dinero para la compra, ni era el propietario.
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En ese momento, también aseguró que no integraba juntas directivas de sociedades anónimas con Vindas y no dio detalles sobre la transacción por el gimnasio ni los nombres de sus socios.
En una segunda llamada, el 16 de diciembre, al ser confrontado con la documentación del Registro Nacional, Vaca insistió en que “no tenía nada que ver” con Vindas y pidió que lo dejaran en paz.
El 26 de enero, el perfil en Instagram de Catharsis anunció la separación del local de Lindora. Desde esa fecha, el gimnasio en Lindora pasó a llamarse Redemption Fitness.
“Estimada comunidad, queremos por este medio hacerles saber que a partir de esta fecha no tenemos más relación con el antiguo box de lindora (sic).Continuamos en Heredia con los brazos abiertos para todos”, reza la comunicación de Catharsis.
Luego de ese hecho, Vaca accedió, este 2 de febrero, a una nueva entrevista en la que sí se refirió a su relación con Vindas y a cómo se convirtió en socio de la madre de este.
“Cuando yo compré, fue con la mamá del señor Hans Vindas. En la Junta Directiva estaba Hans Vindas como presidente, secretario mi hijo, y mi novia no me acuerdo de qué estaba. Yo estaba de vicepresidente, si no me equivoco.
“Después de un par de meses o algo así, pasó el problema de las mascarillas que yo ni enterado estaba, yo no sabía que esa era la función de él (en la CCSS) y la mamá lo dejó de supervisor (en el gimnasio), encargado de que el negocio empezara a funcionar bien”, relató el ecuatoriano.
De acuerdo con su testimonio, el precio del gimnasio (las acciones de la sociedad y los equipos para hacer ejercicios) fue de $14.000, el mismo que se consignó en la escritura inscrita en el Registro.
“Yo comienzo a relacionarme con él (Hans Vindas Céspedes) con mucha frecuencia después de que yo hago una competencia que se llama Copa Independencia en el año 2019 en el Palacio de los Deportes. Él me colaboró, me ayudó muchísimo, me organizó los jueces y yo dije: ‘Es un buen hombre’.
“Salió esa oportunidad (la compra del gimnasio en Lindora) y dije ayúdenme y él dijo: ‘mi mamá te lo compra’”, detalló.
“Para no meterme en tanto problema, ¿sabe qué hice? Si quiere pregunte en el Registro Nacional, ahí tengo el acta, les dije: ‘Señores, yo pierdo, pero les vendo el gimnasio’ (...). Cedí todos los derechos y les dije que por favor no me metan en más problemas, ya no tengo nada que ver ahí, quité el nombre de Catharsis porque es un nombre que me ha costado levantarlo”, agregó Vaca.
No obstante, hasta el 2 de febrero, según una certificación del Registro Nacional, Vaca, su hijo y su novia, continuaban siendo parte de la Junta Directiva del Centro de Acondicionamiento Lift.