Las oscuras calles de Londres guardan más secretos de los que cualquier ciudadano común podría imaginarse. Hablamos, por supuesto de ese Londres místico del siglo XIX, ese salvaje lugar en el que cada noche los criminales se esconden bajo una densa niebla.
La historia del Dr. Frankenstein de Mary Shelly nació bajo esa misma niebla y de allí, saldrán también los personajes más escabrosos de la serie Las crónicas de Frankenstein, de A&E.
La serie transcurre en 1827, una época en la que los ladrones de cadáveres no eran considerados ladrones y en la que los médicos tenían un poder político casi equiparable al de la policía.
Esto último pareciera no tener importancia, hasta que un detective, John Marlott, es buscado para resolver un misterio: el origen de un cuerpo humano formado por un rejunte de distintas personas y orígenes.
Marlott empieza a desenmarañar una red de corrupción y de violencia bajo el consejo del Ministro del Interior, Sir Robert Peel, uno de sus únicos aliados en esta tenebrosa investigación.
Después de todo, es la clase política la que defiende el robo de cadáveres para “investigación médica”.
La medicina, se dará cuenta Marlott –y el espectador–, no siempre fue tan “limpia” y confiable como la conocemos ahora. 200 años de historia no pasan en vano.
Marlott es interpretado por Sean Bean, recordado por el papel de Boromir en El señor de los anillos y Ned Stark en Game of Thrones.
Completan la lista de actuaciones Richie Campbell, quien interpreta al fiel Nightindale y Vanessa Kirby, parte del elenco de The Crown y que en esta serie interpreta a Lady Jemima Harvey.
La segunda temporada de la serie traerá mayores complicaciones y Marlott se encontrará más solo que nunca, pero él está listo para llegar al fondo de cada misterio.
Si quiere ponerse al tanto de la serie o refrescar los primeros episodios, recuerde que los seis episodios de la primera temporada ya están disponibles en Netflix.
Véalo: Miércoles 7 de marzo. 9 p.m.