El empresario Harry Bodaan y un administrador de apellidos Miranda Izquierdo intercambiaron mensajes de índole sexual días antes del asesinato de la anestesióloga María Luisa Cedeño Quesada, registrado en julio del 2020 en el hotel La Mansion Inn de Manuel Antonio de Quepos, Puntarenas.
Así quedó constatado este jueves 13 de octubre, cuando el abogado Juan Marcos Rivero Sánchez, uno de los representantes de la familia de la víctima, pidió que se incorporara como prueba una conversación que ambos mantuvieron por WhatsApp.
Rivero (R): –Don Harry, ¿en algún momento Miranda le mandó un mensaje de WhatsApp de que había tenido un sueño en el que se encontraban en una orgía y usted era el mirón?
Bodaan (B): - Recuerdo haber recibido el mensaje, inmediatamente lo vi y lo consideré una broma, pero no recuerdo qué decía, tendría que ver versión en inglés.
R: –¿Usted recuerda en qué consistía lo que usted definió como broma?
B: –Para que entienda, todos los días, especialmente ahora, recibo bromas con esas intenciones.
R: –¿Eran frecuentes este tipo de bromas entre Miranda y usted?
B: –La respuesta es no y como lo había dicho varias veces no lo había visto en 13 años (a Miranda).
R: –¿Recuerda cuánto tiempo pasó entre el momento en que recibe esta broma y el día de los hechos? ¿Cuánta distancia temporal había?
B: –No
R: –Entre estos mensajes, ¿en algún momento Miranda le preguntó si alguna imagen de las que mandaba le provocaba una erección?
B: –No, absolutamente no.
R: –¿Miranda en algún momento le preguntó si había tenido sueños mojados?
B: –No recuerdo, pero los investigadores podrían revisar los chat, hay miles de mensajes ahí.
***
Mientras estas consultas eran realizadas, Miranda reía en algunos momentos e incluso en un receso se quedó pensando con una sonrisa notable en su rostro.
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A lo largo de su declaración y al contestar las preguntas de los defensores de los otros imputados, Bodaan hizo referencia al guarda del hotel, a quien identificó únicamente como Christopher, y a un bartender del alojamiento, al que llamó Diego. El primero, contó el empresario extranjero, salió de Costa Rica meses atrás, mientras que el segundo murió en un accidente de tránsito el 3 de julio anterior, fecha que consta en el sitio web del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
El guarda, contó Bodaan, podía hacer llaves electrónicas y fue visto por su persona limpiando un pasillo, mientras que el ahora fallecido, aseguró, había conversado con la Dra. Cedeño antes del asesinato y le había llevado comida y bebida a la habitación.
Posteriormente, ante consultas del mismo Rivero, el adulto de 72 años afirmó que antes del crimen le hicieron algunos implantes dentales, tres en la parte inferior izquierda y uno en la parte inferior derecha.
Después de responder todas las consultas, Bodaan concluyó su intervención diciendo que “han sido 26 meses muy duros para la familia de ella (Cedeño) y para mí, le reitero mis condolencias a la familia de ella y creo que es tiempo de poner evidencia real sobre la mesa. A veces veo como abogado intenta ser más listo que otro, pero saquen la evidencia, para mí no es absolutamente algo a lo que pueda estar conectado (vinculado al crimen), no hay sangre, fibras, uñas, ADN, semen, huellas plantares, huellas dactilares, solo un informe de odontología forense que es cuestionable, lo que sea que tengan contra mí, ofrezcánlo, los mensajes telefónicos y yo contesto”.
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El empresario Harry Bodaan continuó con su declaración en el juicio por la muerte de la doctora María Luisa Cedeño. (Rafael Pacheco Granados)
Para otro de los abogados de la familia de Cedeño, Alfonso Ruiz Ugalde, la estrategia de la defensa de vincular a dos personas que no formarán parte del proceso es respetable, pero a su criterio llama la atención.
“Tratar de involucrar a Christopher o a Diego en el proceso es una forma de decir que pudieron haber otras personas involucradas o que quizá incluso fueron ellos los autores del crimen. Lo cierto es que es importante recordar que no existe ninguna evidencia que los vincule a ellos con el hecho ni con el proceso, ellos eran simples testigos y a ambos se les realizó la prueba de odontología forense y fueron excluidos como posibles donantes de las mordeduras que ellos presentaban y aunque la defensa de don Harry y de Miranda siga considerando que es una prueba débil, es lo que los tiene involucrados en el proceso”, explicó Ruiz.
Información actualizada a las 6:30 p. m. con más datos.