Cinco hombres con cuentas pendientes con la justicia fueron detenidos al intentar renovar sus permisos de portación de armas.
Los individuos se presentaron entre viernes pasado y este lunes ante la Oficina de Dactiloscopia, del Ministerio de Seguridad Pública (MSP), ubicada en barrio Francisco Peralta de San José.
La toma de las huellas digitales que hace esa dependencia es parte de los requisitos de renovación de la licencia. En ese momento, los oficiales de Dactiloscopia encontraron que los sujetos tenían procesos judiciales pendientes.
Las autoridades detectaron que dos de ellos, de apellidos Hernández, de 64 años, y Berrocal, de 23, figuran como sospechosos en dos casos de violación sexual.
Otro, apellidado Mora, de 31 años, era requerido por portación ilegal de arma de fuego.
Los dos sujetos restantes responden a los apellidos Canales y Segura. El primero, de 32 años, era buscado por violar las medidas cautelares en un caso de violencia doméstica, en tanto el segundo, de 24 años, por el delito de apropiación indebida.
“Al parecer iban a laborar en una empresa de seguridad, pero nos percatamos de que todos tienen antecedentes”, manifestó José Pérez, jefe de Dactiloscopia.
Explicó que los hombres habrían cometido los delitos que se les achacan luego de obtener por primera vez el permiso de portación.
Los cinco pasaron a la Fiscalía.
Renovación. Luigi Calvo, jefe del Departamento de Control de Armas y Explosivos del MSP, dijo que la renovación se hace cada dos años y es necesario que el solicitante presente de nuevo todos los requisitos, excepto el examen teórico- práctico.
“El proceso de estudio de las personas que solicitan estos permisos se hacen con la mayor investigación de sus antecedentes policiales y judiciales”, comentó Calvo.
El funcionario admitió que se dan muy pocas excepciones a personas que tienen algún registro policial, si existe una situación justificada, por ejemplo, una legítima defensa. Aun así, aseguró que se analiza cada caso cuidadosamente.