Como si se tratara de la cegua o del padre sin cabeza, las afecciones como el quedarse pequeños o súper desarrollo de los músculos por el entrenamiento de fuerza en menores son en su mayoría mitos. Por el contrario, expertos en la rama del deporte y salud aseguran que el trabajo con ligas, pesas y resistencia con su propio peso les ayudará en su desarrollo físico y mental.
Nicolás Zúñiga Hernández, entrenador personal acreditado por National Strength and Conditioning Association (NSCA), entidad encargada de supervisar a los profesionales en esta rama en los Estados Unidos, asegura que los beneficios del entrenamiento de fuerza o pesas en menores podría traducirse en menos riesgos y más fuerza.
La razón se debe a que a diferencia de ejercicios como futbol, básquet o atletismo este permite mayor control del impacto en las articulaciones, lo que a largo plazo disminuye las lesiones.
Los menores pueden inducirse en el mundo de los ejercicios de resistencia entre los siete y ocho años, edad en la pueden incrementar el equilibrio, el control y tomar conciencia de su propio cuerpo, según apunta el sitio de la organización estadounidense KidsHealth.
Para ello, es necesaria la presencia incondicional de un experto, quien además de dominar el entrenamiento físico debe manejar técnicas pedagógicas.
El entrenador asegura que esta opción es ideal para aquellos menores que por falta de destrezas físicas no han podido integrarse a grupos de deportes como el futbol, lo que les permitiría mejorar su salud y auto estima.
Pablo Gamboa, educador físico especialista en Movimiento Humano y Recreación, asegura que esta dinámica de movimiento es una alternativa ideal para incrementar el nivel de condición física.
“(El entrenamiento de fuerza) permite combatir el sedentarismo tan frecuente que se da en los adolescentes, principalmente por el sistema de vida que manejan”, añadió.
Tanto Zúñiga como Gamboa insistieron en la necesidad de la supervisión de un experto para evitar daños en los menores.