Selección Nacional regresó a la competencia con mejor personalidad

Valga desde ya hacer la salvación de que Escocia es un equipo de bajo perfil y sin boleto a la cita planetaria, pero los apuntes finales de la Tricolor son importantes.

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Óscar Ramírez consiguió lo que quería, tener en competencia a un once que bien podría ser el titular en junio, con uno que otro cambio.

Hubo puntos altos en ofensiva, la defensa ratifica que es la zona más consolidada junto a Keylor Navas, y algunos jugadores a los que se ha visto poco cumplieron con creces.

Difícil o no, Escocia era un examen, el primero del año, y la Sele lo aprobó. Tuvo varios escenarios para evaluarse y recuperó el sabor de la victoria.

Pese a que es un fogueo, la confianza de volver a celebrar cuenta y Costa Rica ya tenía cinco encuentros sin triunfo, entre eliminatoria y amistosos.

Hacia la clasificación empató ante México (1-1) y Honduras (1-1) y perdió ante Panamá (2-1). Después tuvo actuaciones de muy bajo nivel contra España (5-0) y Hungría (1-0).

Este viernes dejó buenas sensaciones en distintos momentos del duelo en Glasgow y, además, destacaron figuras como Daniel Colindres y Yendrick Ruiz.

Durante la primera parte jugó más libre, le dio buen trato a la pelota y llevó la iniciativa.

Incluso la Sele fue dueña de la pelota, algo que será difícil en la cita mundialista, por las características de los rivales.

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Para nadie es un secreto que ante contrincantes con más oficio, al combinado tico le cuesta dejarse el balón. Esto muchas veces la obliga a esperar y atacar con espacios.

Eso pasó poco ayer, pero los dirigidos por Óscar Ramírez aprovecharon para irse a la ofensiva por distintas vías.

La combinación entre Bryan Oviedo y Colindres fue un punto alto y precisamente desde ahí llegó la única anotación.

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Tocaron la pelota, el jugador del Sunderland centró rastrero al área y Marco Ureña cerró con un toque de derecha.

La definición atinada del delantero que se perfila como titular en el Mundial es una buena noticia, porque cualquier oportunidad debe ser aprovechada.

Tras el descanso el partido cambió de cara, y aunque la Nacional bajó el ritmo, la presión rival le permitió medirse desde otras circunstancias.

Ahí los defensores evidenciaron equilibrio, primero con los estelares y después con variantes, pero el funcionamiento siempre fue el mismo.

Bryan Ruiz tuvo la única opción clara de hacer el segundo tanto, cuando en el 48’ pegó la pelota en el palo.

Tendrá mucho por mejorar: la salida ante presión más alta, mayor dinámica y la reacción ante un nivel más alto, como el que encontrará en junio contra Inglaterra y Bélgica.

Pero si hay algo cierto es que de la primera exploración salió mejor librada.