Hace un año, el atleta nacional Roy Vargas recibió un diagnóstico médico que lo destrozó: "Me dijeron que nunca más iba a correr o que iba a ser casi imposible".
El 21 de setiembre de 2016 se fracturó la rodilla derecha luego de tropezarse mientras caminaba; nueve días después lo operaron y le colocaron tres pines.
Fue precisamente después de la cirugía cuando escuchó esas palabras que nunca olvidará.
"Sinceramente sí me afectó en la parte anímica. Cuando a uno le dicen que no va a volver a correr, se le viene el mundo encima", expresó Vargas, quien pese a ello está a las puertas de una nueva competencia pedestre.
El imposible se convirtió en pasos pequeños, en caminatas cortas y luego más largas, hasta que trotó.
"Lo primero fue intentar caminar, porque igual no lo podía hacer, pero con solo hacer eso, estaba contento, porque estuve cuatro meses en cama. Yo dije: 'Si logro caminar, logro correr'", comenta el también profesor de Educación Física.
El Cachorro describe ese nuevo aprendizaje como un proceso "muy duro", porque significó empezar de cero para un corredor acostumbrado a estar entre los mejores del país.
Vargas pasó de correr el kilómetro de tres a ocho minutos, un aumento de tiempo significativo, pero que lleva con calma.
"Llevo como cuatro meses corriendo, trotando, intentando fortalecer la rodilla, es un proceso con pesas, spinning, natación, de todo he hecho. Lo más difícil fue llegar a flexionar la rodilla".
Ahora entrena prácticamente todos los días, e incluso hace 18 kilómetros, pero será hasta este domingo que regrese a una competencia, la del Colypro (Colegio de Licenciados y Profesores en Letras, Filosofía, Ciencias y Artes), en Desamparados de Alajuela.
Vargas está consciente que se tratará de un trayecto de 10 kilómetros muy distinto al último que realizó antes de lesionarse, el pasado 11 de setiembre de 2016, en la carrera del Odontólogo.
El ritmo será pausado, lejos de la élite costarricense, pero pensando en estar ahí de nuevo.
"Esa es la fe (volver a competir en el alto rendimiento), tal vez en mayo o junio. Me hace mucha falta, esto me afectó tanto que no quería ni ir a ver carreras, pero mi grupo de entrenamiento me ha motivado", comentó.
Precisamente, junto a ellos tiene planeado realizar otra prueba, los famosos Relevos de Puntarenas, en la que compiten 12 corredores por equipo, el 4 de noviembre.
Roy admite que el dolor en la rodilla no ha desaparecido, pero ponerse las tenis para salir a correr hace que eso quede de lado.
"Sé que voy a tener dolor siempre, siempre, aunque sea un poquito", concluyó.