Editorial

Editorial: A trabajar en serio

El presidente Alvarado tiene la obligación de ser un gobernante serio en fondo y forma. Los gestos populacheros están desprestigiados al punto de ser contraproducentes.

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El presidente Carlos Alvarado inicia su cuatrienio con clara comprensión del significado de la victoria en segunda ronda. No alcanzó el poder con votos propios, ni de su partido. Lo ha reconocido en entrevistas concedidas después de los comicios. Una diferencia tan amplia, tan contundente, puede marear y confundir al vencedor.








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