Investigadores de Google y las universidades de Cambridge y Bristol condujeron un experimento sobre la capacidad de videos cortos, cuidadosamente diseñados, para estimular las defensas frente a la manipulación, las falsedades y las teorías de la conspiración difundidas por internet. Los estudiosos asimilan sus hallazgos a la vacunación y la encontraron eficaz, con algunas limitaciones.
No sirve para recuperar a quienes ya cayeron en la trampa ni altera las convicciones de los extremistas. Las ideas enraizadas tienden a resistir los llamados de la razón. Además, los efectos de la inoculación son pasajeros. No obstante, el experimento demostró la utilidad de la técnica en un número significativo de participantes.
El propósito de los videos es estimular el escepticismo y revelar a los espectadores las claves del discurso manipulador, como la apelación a la emotividad, el lenguaje cargado, el señalamiento de chivos expiatorios y el argumento de autoridad. El profesor Stephan Lewandowsky, coautor del estudio, reveló con precisión el razonamiento detrás de la iniciativa: es imposible saber cuál será la próxima falsedad, pero todas siguen un libreto parecido y predecible. Apenas es posible refutar una fracción de las mentiras circulantes en la red, pero se puede enseñar a la gente a reconocer el libreto.
El medio empleado por los investigadores de Google, Cambridge y Bristol no es el único posible. La información del New York Times que da cuenta del experimento cita otros mecanismos y ofrece vínculos para explorarlos. Vi los videos, me matriculé en un curso de dos semanas para aprender sobre la manipulación mediante mensajes de texto diarios (firstdraft.arist.co lo ofrece gratis en inglés y español) y participé en juegos en línea. En uno hice el papel de manipulador (www.goviralgame.com) con la meta de lograr likes y seguidores utilizando las técnicas más comunes.
La cantidad de recursos disponibles para educar a niños, jóvenes y adultos es impresionante, y son gratuitos porque sus autores los desarrollan con fines altruistas, como la defensa de la verdad, la democracia y la salud pública. En algunos casos, el material está disponible en castellano. En otros, es fácil hacer la traducción a partir del concepto.
Urge la alfabetización informática en nuestras escuelas y colegios. Los materiales didácticos son fáciles de obtener y no hay por qué limitarse a un método u otro. Ninguno es suficiente y todos son complementarios. Manos a la obra.
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Armando González es editor general del Grupo Nación y director de La Nación.