Por feo que suene decirlo, es un impuesto a las viviendas que no sean de interés social, pequeñas, viejas y en barriadas peligrosas y conflictivas
Por feo que suene decirlo, es un impuesto a las viviendas que no sean de interés social, pequeñas, viejas y en barriadas peligrosas y conflictivas