Datos de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) correspondientes al ajuste extraordinario de precios causarán alzas de ¢86 por litro en la gasolina regular y de ¢48 en el de súper el próximo mes, revela un estudio tarifario de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
Además, la Refinadora planteó un alza de ¢570 para el cilindro de Gas Licuado de Petróleo (GLP) de 25 libras, el cual pasará de ¢7.220 a ¢7.790. Este hidrocarburo, según estadísticas de Recope, lo utilizan unos 750.000 hogares del país y 5.000 industrias y comercios.
Para este ajuste correspondiente al mes de febrero, Recope sí solicitó una rebaja de ¢30 en el litro de diésel, cuya tarifa tendrá una modificación de ¢747 a ¢717.
La solicitud de alzas pone fin a una seguidilla de rebajas en los precios locales de siete meses, la cual se inició en agosto del 2022, vinculadas al descenso en las tarifas internacionales de los hidrocarburos que Recope importa al país.
Por metodología de cálculo, Aresep ahora dispone de un máximo de 15 días para resolver el ajuste una vez creado el expediente del estudio que, en este caso, se tramita bajo el número ET-014-2023. Su resolución luego debe publicarse en el diario oficial La Gaceta para que las tarifas cambien.
Esto sitúa la subida de precios en la primera quincena del mes de marzo.
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Silencio estratégico
El pasado 10 de febrero, la Refinadora evitó divulgar su propuesta de ajuste para el precio de las gasolinas y el diésel. Aquella reserva contrastó con la dinámica en los últimos meses cuando incluso llegó a enviar videos para informar de rebajas.
De agosto a la fecha, mientras los precios locales de los combustibles tendieron a la baja, vinieron anuncios de rebajas por parte de Juan Manuel Quesada, jerarca de Recope; al menos uno en compañía del presidente Rodrigo Chaves. Fue el caso del divulgado el 13 de enero.
La Nación consultó mediante llamadas y mensajes a Quesada hace unos días si venía un aumento y si el silencio al respecto era para evitar un anuncio de alza. El funcionario declinó referirse y solicitó remitir la consulta al área de prensa.
Esa área indicó al ser consultada que la empresa guardaba silencio en esa ocasión porque deseaba “evitar incertidumbre a los costarricenses sobre los ajustes al precio de los combustibles” debido a la presunta ausencia de unas facturas de proveedores que, según dijeron, impedían tener claridad sobre los ajustes.