El niño de seis años reclamado por los antivacunas permanece internado en el Hospital San Vicente de Paúl, en Heredia, confirmó el centro médico. Su egreso todavía no ha sido autorizado.
El menor fue motivo de una disputa de grupos antivacunas que invadieron las instalaciones del hospital herediano, la tarde del miércoles, aduciendo que el personal irrespetaba la voluntad de los padres que no desean vacunar a su hijo contra la covid-19.
De acuerdo con información dada por las autoridades hospitalarias a La Nación, el paciente ingresó al servicio de Emergencias el miércoles 19 de enero y fue ubicado en la Unidad de Atención al Paciente Sospechoso por síntomas respiratorios.
“En virtud del diagnóstico del médico tratante, se evidenció que el niño tiene factores de riesgo por lo que este sugirió la aplicación de la vacuna contra la covid-19. La pediatra realizó una valoración integral del niño, como en todos los casos que ingresan al hospital, y determinó que era necesaria la intervención del Servicio de Trabajo Social”, informaron.
El hospital aclaró, ante consulta de este diario, que el niño tiene todas las vacunas del esquema básico, excepto la que lo protege de la enfermedad pandémica, que comenzó a aplicarse para esta población de 5 a 11 años, este mes. En el caso de este niño, es prioritario por presentar factores que podrían implicar complicaciones en caso de contagio.
Como parte del protocolo que se le realiza a todos los pacientes que ingresan, independientemente de su edad, tras la interconsulta con Trabajo Social se procedió a coordinar con las instituciones correspondientes para el abordaje de la situación de riesgo de riesgo. En este caso, con el Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
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Estas gestiones serían las que molestaron a sus padres y con ellos a un grupo antivacunas que se introdujo al centro médico, hecho que provocó la interrupción de servicios por al menos tres horas.
Según el hospital, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) acudió ante las autoridades judiciales para interponer las medidas legales correspondientes y denunció ante el Ministerio Público a quienes violentaron las instalaciones.
La invasión fue tan violenta que fue necesaria la intervención de la Fuerza Pública. Siete personas resultaron detenidas; la última de ellas, la madrugada de este jueves. Ese fue el caso del cabecilla antivacunas conocido como Marco Albertazzi.