La historia de un paciente sordo, de 55 años, que viajó desde El Progreso de Drake, en el Pacífico sur, hasta San José, y no pudo recibir atención completa en el Hospital San Juan de Dios por falta de un intérprete de Lesco, obliga ahora a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a disponer de este servicio para los asegurados que así lo soliciten.
Los magistrados de la Sala Constitucional ordenaron a la Caja disponer del auxilio de un intérprete de Lesco (lenguaje de señas costarricense) para pacientes con discapacidad auditiva en los servicios de salud. Así se consignó en la sentencia 2022025179, del 25 de octubre anterior.
Según los altos jueces, la Caja está llamada a preservar y fomentar la autonomía de las personas y a respetar su privacidad y dignidad humana. Por eso, recalcan, debe proveer a los pacientes con discapacidad auditiva personal con conocimiento de Lesco cuando así lo requieran; esto para garantizar la correcta comprensión y comunicación entre el médico y el enfermo.
El paciente alegó en el recurso que, desde el 10 de mayo de este año, la Sala ordenó a las autoridades hospitalarias atenderlo con ayuda de un intérprete de Lesco. Sin embargo, cuando acudió a cita con el gastroenterólogo, en el Hospital San Juan de Dios, el 16 de agosto, no se le dio ese servicio.
Este paciente recurre a su hermana para que le ayude en cada cita que tiene. Ella es quien le informa a los médicos sus problemas de salud; incluso, los relacionados con sus partes íntimas. Esta situación, asegura, le causa malestar e incomodidad porque no cuenta con atención médica que le garantice su dignidad personal.
En el recurso de amparo, fallado a su favor, este paciente afirma que tuvo que viajar más de diez horas desde El Progreso de Drake para asistir a la cita, pero no se le brindó el servicio médico de forma adecuada ni acorde con la ley 7600, que vela por la igualdad de trato a las personas con discapacidad.
La directora del Hospital San Juan de Dios, María Eugenia Villalta, en su respuesta a los magistrados, aclaró que el fallo de mayo está dirigido a otros hospitales en donde también recibe atención este paciente. Sin embargo, aseguró que el centro médico tiene diez funcionarios capacitados en el lenguaje de señas.
Ingresó a La Nación en 1993. Cubre salud. Graduada de la UCR, máster de la Universidad Complutense, con formación en CDC y NIH, entre otros. Redactora del Año de La Nación 1998, premio SIP 1997, Premio Nacional de Periodismo de Salud OPS 2002, Premio Cámara Costarricense de la Salud 2022. Coautora de Comunicación, palanca para la acción en salud.
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