“Durante el primer año pandémico, los hospitales nos solicitaban un par de instalaciones por semana en los domicilios de aquellos pacientes que necesitaban concentrador de oxígeno.
“Desde hace unos dos meses para acá, esas solicitudes son de hasta dos o tres por día. Tuve que hacer un pedido de emergencia esta semana, porque el inventario se nos está bajando. Todavía tenemos equipos, pero no quiero llegar a cero”.
El relato de Rolando Valverde Picado, dueño de Oximed, una de las empresas suplidoras de concentradores de oxígeno y otros implementos del país, confirma el incremento en la demanda de ese gas debido a la escalada exponencial de casos de covid.
A esta empresa le contratan servicios domiciliarios varios hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Sin embargo, también en los centros médicos se ha incrementado sustancialmente el consumo de gases médicos como resultado de la nueva ola pandémica.
La semana pasada, por ejemplo, el Hospital Nacional Psiquiátrico solicitó a la Contraloría General de la República autorización para una compra de emergencia. Este centro transformó cuatro pabellones para recibir enfermos covid-19, aunque su especialidad es atender enfermedades mentales.
“(...) en un inicio, el hospital se proyectaba para pacientes leves a moderados y, actualmente del 80 al 85% de los pacientes se complican y requieren oxigenoterapia de alta dosis y si sus comorbilidades se descompensan terminan en shock séptico, arritmias cardíacas o edema pulmonar”, menciona el hospital en su solicitud ante la Contraloría.
La Gerencia de Infraestructura y Tecnologías de la CCSS, confirmó a La Nación, por medio de la oficina de prensa, que no ha recibido de los hospitales ningún reporte de desabastecimiento.
No obstante, en conferencia del 5 de mayo y ante consulta sobre este tema, el gerente médico, Mario Ruiz Cubillo, advirtió de que, aunque no se ha reportado escasez, “cualquier insumo podría llegar a escasear” en la Caja.
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“El oxígeno no está escaseando, pero eso no lo podemos descartar. Los hospitales periféricos tienen capacidad para (manejar) cilindros, pero no tienen red de oxígeno. Cualquier insumo podría llegar a escasear en cualquier momento”, advirtió.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cinco pacientes con covid-19 necesitará oxígeno.
Esto ha pasado en otros países. Recientemente, India mostró al mundo escenas dramáticas de personas desesperadas por conseguir tanques o cilindros de oxígeno para sus parientes enfermos.
A finales del año pasado, esto también se vio en México. Ahí, la crisis la detonó una combinación de tres factores, según medios de ese país.
Primero, la saturación hospitalaria, que obligó a enfermos a tratarse en sus casas; luego, la demanda que siempre ha existido de pacientes con otras enfermedades que también necesitan oxigenoterapia; y, por último, el error en que cayeron muchos de automedicarse una sustancia que también es una droga.
“Tengo el miedo terrible de llegar a esos niveles. Nuestros inventarios han ido bajando y muy aceleradamente. Los proveedores me dan plazo de entrega largo, de cuatro semanas, más dos semanas de trámites.
“Son seis semanas para un periodo muy largo para pacientes que necesitan el oxígeno ya. Desgraciadamente, la gente no ha hecho conciencia y no se da cuenta de la importancia”, dijo Rolando Valverde.
Conductas riesgosas
Paola Valverde Alier es la gerenta comercial de Hospital Express, una de las empresas proveedoras de aparatos para asistencia respiratoria (cilindros y concentradores) más grandes del país.
La empresaria confirma que la demanda, en esta ola pandémica, ha crecido sustancialmente. En su caso, les preocupa porque también han detectado dos situaciones.
La primera, que hay personas que se están automedicando oxígeno sin la supervisión médica requerida para un tratamiento de este tipo.
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La segunda situación es que les están comprando equipos para tenerlos en las casas “por si acaso”.
No es cualquier persona la que puede comprar un aparato de estos (el precio de un concentrador ronda los $1.000). El alquiler ronda los ¢50.000 mensuales, más los insumos que se requieren para el paciente.
En Costa Rica, el Ministerio de Salud solo tiene competencia para el registro de estos productos pero no vigila el comportamiento de la demanda.
En enero, según informó ese ministerio ante consulta de este medio, el país tenía registrados diez productos con el perfil de gases de uso médico, y oxígeno líquido o gas comprimido. A cuatro se les vence el registro este año.
El Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) tampoco tiene dentro de sus competencias vigilar el comportamiento de este mercado, aclararon en enero.
Lo cierto es que esta nueva ola pandémica elevó la demanda de este tipo de productos de uso médico.
Contratos hospitalarios
Varios hospitales públicos consultados por La Nación, confirmaron crecimientos en el consumo de hasta un 200%.
En un hospital regional, como el Max Peralta, en Cartago, la demanda se triplicó. En ese centro, como en otros de la Caja, manejan estas compras a nivel local. En su caso, aseguraron, la provisión se vigila constantemente.
Informaron de que tienen un tanque de oxígeno líquido de 4.500 galones que les da autonomía hasta por 22 días con el consumo actual.
En el Hospital México, uno de los centros de cobertura nacional con mayor saturación de enfermos covid-19, Marco Fallas Rodríguez, jefe del área de Ingeniería y Mantenimiento, confirmó por medio de prensa que sigue vigente el contrato que tienen con proveedores desde el 2017, por $990.000 anuales.
Ese contrato es el que ha permitido sostener los incrementos registrados en el consumo de gases médicos.
Pablo Lépiz, del servicio de Terapia Respiratoria del Hospital San Vicente de Paúl, en Heredia, confirmó un aumento en el consumo cercano al 200%.
Lépiz aclaró que no han tenido, hasta ahora, problemas de abastecimiento por parte del proveedor. Tampoco han tenido que recurrir a solicitar autorizaciones para compras de urgencia.
El Hospital Calderón Guardia, por su parte, confirmó que mantiene un contrato bajo la modalidad de entrega según demanda con la empresa Praxair de Costa Rica S. A., y se solicitó un nuevo permiso para una prórroga de tres meses a la Contraloría.
Ese centro médico que es otro de gran presión por la covid-19, por ahora confirma un abastecimiento normal de gases medicinales.
El Calderón, además, se encuentra en proceso de adjudicación de otra compra de gases medicinales e industriales, con una vigencia de un año, informó su oficina de prensa.
Massimo Manzi, director ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Salud, que reúne a los principales hospitales y clínicas privadas del país, confirmó que, por el momento, no ha recibido informes de problemas de abastecimiento de gases médicos.
Sin embargo, dijo, sí se ha registrado un incremento en el consumo, sobre todo de aquellos que tienen servicios de Cuidados Intensivos.