Olga Salas, vecina de Guadalupe, fue invitada este domingo por su hija a un salón en el centro comercial Novacentro, en Moravia, para que le hicieran el manicure y el pedicure .
Esta madre se prepara para ir, hoy lunes, a celebrar el Día de la Madre a un restaurante junto con sus tres hijos.
“No sé dónde me van a llevar. Mi hija me regaló este chineíto. Lo que me han regalado por ahora son zapatos y chocolates. Quiero que me regalen cosas para mí”, dijo Salas.
Como Salas, muchas madres prefieren que si un hijo les va a dar algún detalle, sea un artículo “para ellas”. En un recorrido por varios establecimientos hecho el domingo por La Nación, se evidenció que los salones de belleza, zapaterías y tiendas estaban abarrotados.
El Día de la Madre es uno de los días más importantes para el comercio, después de Navidad y el “viernes negro”. La Cámara de Comercio reportó, el año pasado, un aumento del 10% en las ventas, entre el 1.° y el 15 de agosto, comparado con el mismo periodo del 2014.
Digna Varela, de 68 años y vecina de Santo Domingo de Heredia, se fue ayer, con su hija y esposo, al Mercado Tropical, en el polideportivo de barrio Aranjuez, para comprarse su propio regalo.
“Me compré un postre, unos chocolates. Me han regalado dos carteras y un champú. Espero comprarme más cosas”, contó
Por su parte, Viviana Zúñiga, vecina de Rohrmoser, caminaba por el centro comercial de Guadalupe, en compañía de su esposo, en busca del presente perfecto para su mamá. “Ella siempre pide ropa y zapatos. Lo que estoy buscando son cosas personales, que le gusten a ella. Nosotros somos tres hijos, mañana le celebraremos el día a mi mamá todos juntos en la casa. Vamos a hacer una parrillada”, contó Zúñiga.