La Universidad de Costa Rica (UCR) confirmó a La Nación que los funcionarios responsables de videovigilancia y oficiales de seguridad están en constante monitoreo de las actividades en el campus para tratar de detectar “conductas sospechosas”, luego de la alerta que trascendió este lunes en redes sociales sobre un supuesto estudiante que amenazó con realizar un tiroteo.
Esa amenaza se dio en reacción al anuncio que hizo el centro educativo el 18 de febrero, de que exigirá a todos los alumnos el esquema completo de vacunación contra covid-19 para utilizar las instalaciones universitarias. El presunto atacante señaló en un grupo de Facebook con 30.000 miembros llamado “Soy estudiante UCR”, que cometería una “masacre” si no le permiten matricular por no tener las dos dosis.
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Tras la amenaza, la UCR comunicó que su Unidad de Investigación de la Oficina de Seguridad y Tránsito inició las coordinaciones respectivas con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y las personas administradoras del grupo en la red social, “con el fin de determinar las acciones legales y procedimientos que recaen sobre quien realizó las manifestaciones violentas”.
Según la Universidad, también procedió a coordinar esfuerzos con la Fuerza Pública a nivel local para reforzar un canal de comunicación directo que permita atender de inmediato cualquier anomalía que surja en la casa de enseñanza.
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Asimismo, advirtió de que habrá consecuencias para el supuesto alumno (quien se identifica como José Luis Jiménez) si se logra identificar. “En caso de ser efectivamente un estudiante de la institución, se brindará una atención integral que permita comprender el origen de las manifestaciones y atender los problemas de fondo, sin perjuicio de la denuncia formal que se interpuso ante el Poder Judicial o posibles procedimientos disciplinarios a lo interno de la universidad por las acciones realizadas”, explicó.
La institución aclaró además, que la obligatoriedad del esquema completo de vacunación para estudiantes no condiciona ni limita la matrícula para el I ciclo lectivo 2022, que iniciará el 28 de marzo. “Con los resultados de las declaraciones juradas se establecerán rutas de acompañamiento con las personas estudiantes para completar los esquemas de vacunación”, recordó.
Aumentó ansiedad, pánico y depresión
Marianela Monge, coordinadora del Centro de Atención Psicológica Primaria del Colegio de Profesionales en Psicología confirmó con la pandemia se han incrementado las llamadas por crisis de ansiedad, pánico y depresión, los cuales pueden ser detonantes de actitudes como la que expresó el supuesto estudiante que lanzó la amenaza contra la UCR por obligarlo a protegerse contra el virus.
Monge reconoció, sin embargo, que nunca han recibido un pedido de ayuda de una persona con intenciones de llevar a cabo una acción de ese tipo.
“Cuando una persona se siente de esta manera, claramente no está bien anímicamente y va a haber efectos en un tema conductual. Entonces, a medida que pasan estas crisis, la conducta de la persona se puede ir modificando según su historia de vida, las herramientas que tenga para sobrevivir, su resiliencia y redes de apoyo. Así como a alguien le pasa por la mente la idea de suicidio, le puede pasar la de homicidio”, explicó en una entrevista con La Nación.
Monge afirmó que en estos casos las personas siempre envían señales antes de expresar intenciones de violencia, pero si la población no está debidamente psicoeducada no podrá identificarlas, ya que comúnmente se acostumbra a atender las situaciones hasta que detonan. Por lo tanto, recomienda poner mucha atención a la salud mental y darle la importancia que merece.
“Las señales pueden ser que andan muy tristes o decaídos. Una persona que antes le encantaba jugar fútbol y resulta que ya no juega bola o no quiere estar con sus amigos ni familia; se aíslan o de repente tienen muchos dolores de cabeza, insomnio, cambian de peso porque modifican sus hábitos alimenticios. Entonces lo determinante es conocer a las personas que están a nuestro alrededor; verlas, analizarlas”, comentó.
¿Qué procede en estos casos?
La psicóloga argumentó que cuando suceden estas manifestaciones violentas de parte de un estudiante, los tres actores, institución, familia y amigos, deben tomar cartas en el asunto para intentar ayudar al individuo.
Institución: Tener protocolos para atender la emergencia y desarrollar campañas informativas sobre el tema, charlas sobre salud mental y que cada departamento del centro educativo sepa cuál es su margen de acción. Además, que cuenten con psicólogos de planta que ayuden al estudiante con cautela y profesionalismo.
Familia: Poner mucha atención a los comportamientos del alumno: cómo amaneció, cómo le está yendo y si hay cambios abruptos de actitud. Todo esto aplica sin importar si es un adulto o menor de edad, ya que las redes de apoyo son esenciales para tomar las mejores decisiones y evitar cualquier tipo de tragedia.
Amigos: Escuchar activamente a la persona, validar sus sentimientos y recomendarle ayuda profesional. Preguntarle cómo se siente, qué le está pasando y por qué quiere llegar a tomar esa decisión. También mantener la calma, no juzgar y, depende de las intenciones, acudir al servicio de emergencias 9-1-1.
Por último, la vocera del Colegio de Psicólogos recordó que aunque estas amenazas ocurran en redes sociales y puedan resultar falsas, hay que tomarlas con seriedad y atenderlas, ya que ignorarlas no ayuda a prevenirlas y puede terminar siendo un riesgo para la sociedad.
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