Atenas
Un puñado de pequeños partidos griegos tratarán de arrancar en las elecciones legislativas de este domingo algunos escaños a los dos pesos pesados, el favorito Syriza (izquierda radical) y [[BEGIN:INLINEREF LNCIMA20150121_0129]]Nueva Democracia (conservador)[[END:INLINEREF]], e incluso ser claves en la formación de un nuevo gobierno.
Para acceder al parlamento de 300 diputados se necesitan un mínimo de 3% de los votos.
Esos partidos, que saben que con apenas unos pocos diputados pueden ser decisivos para una alianza gubernamental, intentan convencer sobre todo al 10% de los griegos que aún no han decidido su voto.
Al partido To Potami (El Río), fundado hace menos de un año por una exestrella de la televisión, Stavros Theodorakis, 51 años, los sondeos le auguran una veintena de diputados.
To Potami se estrenó electoralmente en las elecciones europeas, en las que obtuvo 6,6% de los votos y dos diputados sobre 21.
To Potami, de un perfil de centro-izquierda proeuropeo, podría ser el partido clave para que el ganador de las elecciones, ya sea Syriza o Nueva Democracia, pueda formar gobierno en el caso de no obtener la mayoría absoluta.
Los sondeos electorales predicen una victoria de Syriza, que obtendría, con el plus de cincuenta escaños otorgados al ganador, 147 diputados, cuatro por debajo de la mayoría absoluta.
El PASOK (Movimiento Socialista Panhelenico) -que con su eterno rival Nueva Democracia (ND), del primer ministro Antonis Samaras, dominó durante casi 40 años el sistema bipartidista griego-, corre el riesgo de desaparecer.
Desde el inicio de la política de austeridad, que aplicó en alianza con ND, el PASOK sufre una hemorragia de cuadros y electores hacia Syriza.
En las elecciones europeas obtuvo apenas 8% de los votos, el resultado más bajo de su historia, y dos escaños. Los sondeos le predicen alrededor de 5% de los votos y 12 diputados, contra 28 en el parlamento saliente.
El partido neonazi Alba Dorada tiene a la mitad de sus 18 diputados en prisión y unos 70 representantes y militantes deben ser juzgados por "afiliación a una organización criminal".
Alba Dorada obtuvo el tercer lugar en las elecciones europeas con 9,4% de los sufragios y tres diputados. Para las legislativas del domingo, los sondeos le predicen el apoyo del 5% de los votantes, atraídos por su discurso antiinmigrante.
Tanto ND como [[BEGIN:INLINEREF LNCIMA20150121_0130]]Syriza[[END:INLINEREF]] descartan cualquier alianza con Alba Dorada. El líder del partido neonazi dijo por su parte que no se va a aliar "ni con los sirvientes de la austeridad ni con los bolcheviques".
En la extrema izquierda figura el Partido Comunista de Grecia (KKE), el más antiguo del país, radicalmente opuesto a la Unión Europea, a Estados Unidos y a la OTAN.
El KKE, que obtuvo en las elecciones europeas 6,07% de los votos y dos escaños y en las legislativas conservará seguramente sus 12 escaños, descarta por el momento cualquier alianza con Syriza.
El partido ANEL (Griegos Independientes), derecha nacionalista, se formó a partir de una disidencia de Nueva Democracia.
Los 12 diputados de ANEL fueron decisivos para provocar las elecciones legislativas anticipadas, al rechazar el candidato de AD para presidente.
Sin embargo difícilmente Syriza le proponga un acuerdo de gobierno si ANEL logra entrar al parlamento. Los últimos sondeos le otorgan 3,43% de los sufragios y constatan una corrida de sus electores hacia ND.
El último de las partidos pequeños se llama Movimiento de los Socialistas Democráticos, fundado por el ex primer ministro Georges Papandreu que rompió con el PASOK.
Papandreu, descendiente de una larga dinastía política (su abuelo y su padre fueron jefes de gobierno), se fue del PASOK disconforme con la línea del actual vice primer ministro Evangelos Venizelos.
En 2010 Papandreu solicitó la intervención de la troika -Unión Europea, Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Central Europeo (BCE)- que a cambio de una ayuda financiera impuso un drástico programa de austeridad que marcó el comienzo del fin para el PASOK.
Al parecer los electores no comprenden la decisión de Papandreu, cuya consecuencia inmediata es debilitar aún más a su antiguo partido. Los sondeos le otorgan apenas un 2% de los votos.