Lima. Perú, Ecuador y Colombia están considerando la apertura de un corredor humanitario para facilitar el regreso de migrantes, mayormente venezolanos en situación irregular, expulsados del territorio peruano, según informó el ministro del Interior de Perú, Vicente Romero, este sábado.
“Hemos estado afinando una apertura de un corredor humanitario a través de Ecuador y también a través de Colombia” para la salida de los migrantes, principalmente venezolanos, afirmó Romero a la radio RPP.
El ministro anticipó que el lunes se reunirá con su homólogo colombiano, Iván Velásquez, y el ministro del Interior de Ecuador, Juan Zapata, para ultimar los detalles del paso humanitario.
“El lunes debemos estar definiendo. En horas de la tarde nos vamos a estar reuniendo los tres ministros, obviamente cada uno va a hacer su papel”, añadió.
Este viernes, tras seis meses, concluyó en Perú el plazo para que los extranjeros, en su mayoría venezolanos, se registren ante las autoridades.
Armando García, jefe de Migraciones, anunció que los extranjeros en situación irregular enfrentarán un proceso sancionador que puede llevar desde la salida obligatoria hasta la expulsión del país, dependiendo de sus antecedentes policiales.
De acuerdo con la Superintendencia de Migraciones, alrededor de 207.000 extranjeros, en su mayoría venezolanos, optaron por inscribirse y obtener un permiso temporal de permanencia en Lima.
En los últimos seis años, Perú recibió a 1.5 millones de venezolanos que escaparon de su país. El gobierno de Dina Boluarte reforzó el control migratorio, argumentando el aumento de la inseguridad.
En abril, Perú declaró el estado de emergencia en sus fronteras y desplegó militares para fortalecer la vigilancia y abordar la inseguridad asociada a extranjeros, principalmente venezolanos y colombianos.
Simultáneamente, se lanzó una ofensiva contra el “Tren de Aragua”, una banda de origen venezolano que ha generado pánico con extorsiones y asesinatos en varios países de Sudamérica.
Durante un reciente operativo en Lima, al menos 32 presuntos miembros de la organización fueron detenidos.
En enero de 2020, Perú deportó a 131 venezolanos con antecedentes criminales, y en 2019, expulsó a 890 venezolanos por ingreso con documentos falsos.
Las autoridades estiman que alrededor de 400.000 venezolanos se encuentran en situación irregular en el país.