Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes un acuerdo con la oposición para reabrir temporalmente el gobierno, parcialmente desfinanciado desde hace más de un mes, pero amenazó con un nuevo cierre si el Congreso no otorga fondos para construir un muro fronterizo con México.
El anuncio de Trump se conoce cuando el cierre parcial de la administración llevaba un récord de cinco semanas por una disputa entre el presidente y los demócratas sobre la financiación del muro, tajantemente rechazado por la oposición demócrata.
“Hemos llegado a un acuerdo para poner fin al cierre y reabrir el gobierno federal”, dijo Trump desde el Jardín de Rosas de la Casa Blanca. “Dentro de poco, firmaré un proyecto de ley para abrir nuestro gobierno por tres semanas, hasta el 15 de febrero”, agregó.
La Casa Blanca y el Congreso estaban bajo una intensa presión para resolver este impasse de financiamiento que ha paralizado a una cuarta parte de la administración federal desde el 22 de diciembre.
En su discurso, Trump defendió con firmeza la construcción de un muro en la frontera sur, promesa insigne de su campaña que busca, según él, frenar el ingreso al país de criminales y narcotraficantes. Sin embargo, no dijo nada sobre los $5.700 millones que pide al Congreso para levantar el cuestionado muro.
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Se limitó a anunciar que un comité bipartidista de legisladores del Senado, de mayoría republicana, y de la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, se pondría a trabajar sobre la seguridad fronteriza, con el proyecto del muro como prioridad en su agenda.
"Durante los próximos 21 días, espero que tanto los demócratas como los republicanos operen de buena fe", dijo el presidente, advirtiendo de un nuevo cierre en tres semanas si el Congreso se niega a aprobar los fondos.
"Realmente no tenemos más remedio que construir una barrera de acero o una pared potente", dijo. "Si no recibimos un trato justo del Congreso, el gobierno se cerrará de nuevo el 15 de febrero o usaré los poderes que me otorgan las leyes y la Constitución de Estados Unidos para hacer frente a esta emergencia", afirmó.
Por su parte, el jefe de la oposición demócrata en el Senado estadounidense declaró victoria en la negociación con Trump para reabrir el gobierno.
“Esperemos que ahora el presidente haya aprendido la lección”, dijo a los periodistas el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, poco después de que el presidente anunciara un acuerdo para abrir temporalmente el gobierno hasta el 15 de febrero.
“Cerrar el gobierno por una diferencia de política (...) no logra nada más que dolor y sufrimiento”, manifestó Schumer.
Trump ha hablado durante semanas sobre el uso de su autoridad presidencial para declarar una situación de emergencia en la frontera de Estados Unidos con México para financiar el polémico proyecto sin la luz verde del Congreso.
Rechazo a iniciativas
Tras el fracaso el jueves en el Senado de dos proyectos de ley para poner fin al cierre parcial, los legisladores bregaban por una solución para permitir que los empleados federales afectados por el shutdown pudieran volver a trabajar.
Unos 800.000 trabajadores, que usualmente reciben su paga cada 15 días, se quedaron sin un segundo cheque consecutivo el viernes, una situación que ha llegado a un punto crítico para miles de familias estadounidenses.
Miles de empleados federales han sido obligados a tomar licencia o a trabajar sin pago. Estos funcionarios recibirán sus sueldos de manera retroactiva, pero no es el caso de muchos contratistas, que también han resultado afectados.
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El shutdown también perjudicó la operativa de algunos de los aeropuertos más transitados del país. El viernes se reportaron importantes interrupciones en las terminales de Nueva York y Filadelfia debido a la falta de personal.
El viernes, Trump, cuyo gobierno fue acusado de no ver el impacto real del cierre, rindió homenaje a todos los afectados.
"Quiero agradecer a todos los increíbles empleados federales y sus increíbles familias que han demostrado una extraordinaria devoción ante esta reciente dificultad", dijo. "Muchas gracias, compatriotas", enfatizó. "Ustedes son personas fantásticas. Ustedes son patriotas increíbles".
El presidente dijo que, a pesar del sufrimiento, muchos “no solo no se quejaron”, sino que lo alentaron a no cejar en su empeño por garantizar la seguridad del país.
“En muchos casos me animaron a seguir adelante, porque ustedes se preocupan mucho por todo nuestro país y por su seguridad fronteriza”, dijo.