Nueva York. El exjefe de la Policía Nacional de Honduras, Juan Carlos Bonilla, seguirá en prisión tras comparecer este miércoles en el tribunal del distrito sur de Manhattan, un día después de que el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, se declaró inocente, informaron fuentes judiciales.
Apodado “El Tigre”, Bonilla, de 62 años, es acusado de conspirar para traficar cocaína a Estados Unidos y de posesión, uso y transporte de armas y dispositivos destructivos, cargos que pueden acarrearle una condena de cadena perpetua. Tras llegar a Nueva York el martes procedente de Tegucigalpa, en su primera comparecencia ante la magistrada Katharine H. Parker, ésta decretó su detención. Su próxima audiencia ante el tribunal está prevista para el 10 de junio.
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“En vez de utilizar su posición como jefe de la policía hondureña para combatir el tráfico de drogas”, Bonilla “protegió y asistió a los cárteles”, había dicho con anterioridad el fiscal Damian Williams, y volvió a recordar que “nadie está exento”, independientemente de su cargo, de “ser juzgado” por la justicia estadounidense.
El mismo martes en que Bonilla llegó extraditado a Estados Unidos, su antiguo jefe, el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández, se declaró “no culpable” ante el mismo tribunal de Nueva York que instruye su caso por narcotráfico. Extraditado a Estados Unidos el 21 de abril, se espera que el juicio de Hernández inicie a principios del 2023.
Para la jefa de la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, Anne Milgram, “el expresidente Juan Orlando Hernández no habría llegado al poder ni se hubiera beneficiado de fondos de la droga si no hubiera sido por su gran red de socios corruptos”, entre quienes según ella figuraba Bonilla.
Según la acusación, entre el 2003 y el 2020, varios cárteles de la droga se beneficiaron del apoyo de personas bien situadas en el sector público de Honduras para hacer transitar por su territorio droga enviada desde Colombia y Venezuela vía marítima o aérea con destino a Estados Unidos.
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El Tigre Bonilla es acusado de conspirar para traficar cocaína a Estados Unidos, de posesión, uso y transporte de armas, cargos que pueden acarrearle una condena de cadena perpetua. Foto: (ORLANDO SIERRA/AFP)
Los narcotraficantes pagaron sobornos a funcionarios, “incluidos algunos presidentes, miembros del Congreso Nacional de Honduras y personal de la Policía Nacional, entre ellos Bonilla”, que trabajó en la policía desde 1998 al 2016, aseguró la fiscalía.
“El Tigre” también “recurrió a la violencia, e incluso a los asesinatos, para proteger la célula particular de traficantes de droga con conexiones políticas”, entre ellos el entonces presidente hondureño Juan Orlando Hernández y su hermano y entonces parlamentario Juan Antonio Tony Hernández, agregó.
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Siempre según la fiscalía, en julio del 2011, el exjefe de policía “participó en el asesinato de un traficante rival a pedido” de Tony Hernández porque “había tratado de impedirle (...) el transporte de cocaína a través de una región del occidente de Honduras cerca de la frontera con Guatemala”. Bonilla es el último de un grupo de extraditados hondureños que será juzgado en Nueva York.
Tony Hernández fue condenado en el 2021 en Nueva York a cadena perpetua, al igual que su colaborador Geovanny Fuentes. En tanto, Fabio Lobo, hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo (2010-2014), cumple 24 años de cárcel por tráfico de droga.
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El expresidente Juan Orlando Hernández fue entregado a agentes de la DEA el 21 de abril y se espera que su juicio inicie a principios del 2023. Foto: (Cortesía Policía Nacional Civil de Honduras)