WASHINGTON. AFP. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, insistió ayer en los desafíos que continúa enfrentando la economía estadounidense, cuando desde principios de mes se multiplican los indicadores económicos decepcionantes que alimentan los temores sobre una desaceleración del crecimiento.
“Nuestra economía aún atraviesa un período muy difícil. Millones de estadounidenses siguen buscando trabajo y continúan sufriendo heridas causadas por una fuerte recesión”, indicó Geithner durante una audiencia ante una comisión parlamentaria.
Geithner hizo referencia a las dificultades del mercado inmobiliario (vinculadas al elevado nivel de desempleo) y la reticencia de los bancos a otorgar créditos.
El Secretario del Tesoro realizó estas declaraciones cuatro días antes de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los 20 (G-20) en Canadá.
Altos funcionarios de la Reserva Federal (FED) estiman que la crisis de la deuda en Europa podría tener consecuencias en Estados Unidos. El presidente, Barack Obama, escribió el viernes a sus socios en ese organismo, integrado por países ricos y en desarrollo, para exhortarlos a seguir “actuando para fortalecer la recuperación”.
Preocupante. Desde inicios de mes se multiplicaron los indicadores económicos decepcionantes, que dan cuenta de un brusco frenazo de las contrataciones en el sector privado en mayo, un alza del número de nuevos desempleados a comienzos de junio y de la dificultad del sector inmobiliario para recuperarse sin los estímulos fiscales para la compra de viviendas.
El presidente de la FED, Ben Bernanke, afirmó a principios de mes que su institución preveía un crecimiento del PIB de alrededor de 3,5% en 2010 y que podría alcanzar 4,0% en 2011.
Según Jan Hatzius, economista de Goldman Sachs, la reciente difusión de indicadores decepcionantes reflejaría que la economía seguirá creciendo, pero ya no fortaleciéndose.