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La Cepal espera que los servicios asociados al turismo, importantes para Costa Rica, experimentarán una recuperación a lo largo del año, aunque se mantendrán muy deprimidos con respecto al nivel registrado previo a la pandemia Foto: Cortesía ICT.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) es un poco más pesimista en sus proyecciones de crecimiento para la producción de Costa Rica en el 2020 y el 2021, según incluyó en uno de sus más importantes informes anuales publicado este 31 de agosto.
La Comisión estima un aumento de 3,7% para la producción de Costa Rica este año y 3,5% para el próximo, por debajo del 3,9% y 3,7%, respectivamente, que publicó el Banco Central de Costa Rica, en su revisión del Programa Macroeconómico, publicado en julio pasado.
La nueva proyección de la Cepal sí es mejor que el 3,2% de crecimiento en la producción para nuestro país que había estimado en julio pasado.
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Respecto a otros países de América Latina, la producción de Costa Rica se ubica entre los de menor aumento esperado este año, pero también entre los que tuvo una menor caída en el 2020, en medio de los fuertes cierres ocasionados por la pandemia.
Para el 2022, la situación mejora pues el aumento en la producción interna sería mayor que el promedio latinoamericano (2,9%).
En cuanto América Latina, la CEPAL actualizó su proyección de crecimiento para este año, a 5,9%, y advirtió de que la región tendrá una desaceleración en 2022 (a 2,9%).
La Comisión explicó que el crecimiento del 2021 se explica, principalmente, por una baja base de comparación –luego de la contracción de 6,8% anotada en 2020– además de los efectos positivos derivados de la demanda externa y el alza en los precios de los productos básicos (commodities) que exporta la región, así como por aumentos en la demanda agregada.
“Existen importantes asimetrías entre los países desarrollados y las naciones de ingreso medio –entre las que se encuentran la mayoría de los países de América Latina y el Caribe– tanto en la dinámica de la vacunación, como en la capacidad de implementar políticas para la recuperación económica”, indicó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva del organismo.
El documento muestra que los problemas estructurales que por décadas han limitado el crecimiento económico de la región se agudizaron producto de la pandemia y limitarán la recuperación de la actividad económica.
Antes de la covid-19 la región venía con una trayectoria hacia el estancamiento: en el sexenio entre 2014 y 2019 creció a una tasa promedio de 0,3%, menor al promedio del sexenio que incluye la Primera Guerra Mundial (0,9%) y el de la Gran Depresión (1,3%). Además, muestra una caída progresiva en la inversión, alcanzando en el 2020 uno de sus niveles más bajos en las últimas tres décadas (17,9% de la producción). De igual forma, la productividad laboral cae significativamente.
Por otro lado, en el 2020, la pandemia desencadenó la mayor crisis que han experimentado los mercados laborales de América Latina y el Caribe desde 1950. A nivel mundial, los mercados del trabajo de la región fueron los más afectados por la crisis generada por la covid-19. El número de ocupados cayó 9,0% en 2020 y la recuperación esperada para 2021 no permitirá alcanzar los niveles precrisis.
Asimismo, la pandemia provocó una fuerte caída en la participación laboral, en particular de las mujeres. Con la crisis la participación femenina llegó en el 2020 a 46,9%, lo que representa un retroceso a los niveles del 2002. En el 2021 se espera una recuperación de este indicador, que llegaría a 49,1%, pese a lo cual los niveles serían similares a los del 2008.
La Cepal plantea canalizar inversión hacia sectores que promuevan un nuevo estilo de desarrollo y que pueden potenciar competitividad, empleo, y bajar la huella ambiental. Estos son: la transición hacia energías renovables, movilidad sostenible en ciudades, la revolución digital para universalizar el acceso a las tecnologías; la industria manufacturera de la salud, bioeconomía y servicios ecosistémicos, la economía del cuidado, economía circular y turismo sostenible.
Finanzas públicas
En materia fiscal, el reporte resalta que la política fiscal debe acelerar la inversión pública e incentivar y atraer la inversión privada. Es prioritario para la sostenibilidad de la política fiscal fortalecer los ingresos tributarios y reducir la evasión, que representa alrededor de $325.000 millones (o 6,1% del PIB regional).
Costa Rica destaca en la región por ser el tercero entre 16 países con la tercera mayor deuda del Gobierno Central (70,1% de la producción a junio del 2021), después de Argentina y Brasil
En este ámbito, un mayor acceso a la liquidez internacional y mecanismos multilaterales que faciliten el manejo de la deuda contribuiría a ampliar el espacio de política fiscal y monetaria de la región.
Indica la Cepal que la emisión de Derechos Especiales de Giro (DEGs) equivalente a $650.000 millones implementada recientemente por el Fondo Monetario Internacional, permitirá fortalecer la posición externa de los países de la región, disminuir el riesgo y liberar recursos para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Pero la emisión de DEGs y su reasignación no es una panacea y debe ser acompañada de otras iniciativas, incluyendo la creación de fondos multilaterales como el Fondo para Aliviar la Economía covid-19 (Fund to Alleviate COVID-19 Economics - FACE) impulsado por Costa Rica, para facilitar el acceso a financiamiento.