Quienes hayan notado que las visitas a la carnicería o al supermercado para comprar productos cárnicos durante el año le han salido más caras, no es por mera casualidad. Este 2022, algunos cortes han aumentado su precio hasta en 20% en comparación con el 2021, y no se prevé una disminución en los costos; al menos no en un futuro cercano.
La guerra entre Rusia y Ucrania, que encareció los principales insumos que utilizan los productores de carnes de res, cerdo y pollo, como el maíz o fertilizantes, así como la elevada inflación que golpeó a gran parte del mundo, ha empujado al alza los precios en carnicerías y supermercados durante el año.
La información se desprende del comportamiento del índice de precios al consumidor de las carnes y pescado, calculado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Así como de un análisis del monitoreo de precios de carnicerías y supermercados realizado mensualmente por el Consejo Nacional de Producción (CNP), y de boca de los propios productores.
De acuerdo con los datos del IPC, el apartado de carnes (que incluye res, cerdo y pollo) registró una variación interanual del 15,35% a noviembre del 2022, mientras que el precio del pescado creció en 13,25% para ese mismo periodo. A nivel general, la inflación alcanzó su pico máximo en agosto (12,13%) y actualmente se sitúa en 8,26%, lo que implica que las carnes crecieron más que el indicador general.
Este comportamiento en los precios de las carnes se sostuvo durante el año y cobra especial relevancia en diciembre, que es un mes marcado por un alto consumo de estos productos, que forman parte de comidas tradicionales de la época navideña, como los tamales o la pierna.
Los aumentos han sido variados, pues dependen del corte que se tome como referencia, pero las carnes más tradicionales de la época, como la pierna de cerdo, la costilla, la pechuga de pollo, así como otros productos como el solomo o la punta de solomo de res han registrado incrementos, que incluso se arrastran desde el 2021.
Por ejemplo, el costo de comprar un kilo de solomo de res aumentó 22,5% en los últimos 12 meses; la posta de cerdo subió 19,3%; la costilla, 16,8%, y la pierna, 4,1%. En tanto, el kilo de pechuga de pollo aumentó 19,1% y el de pollo limpio, 12,5%.
La pierna de cerdo, uno de los alimentos estrella en la mesa de la cena navideña, es de los productos que registró una subida importante en su precio del 2020 al 2021, de 76,5% por kilo, y para este año aumentó un 4,1% adicional.
Luis Diego Rojas, presidente de la Cámara Costarricense de Porcicultores (Caporc), explicó que los productores han recibido pagos por debajo del costo de producción desde tiempo atrás, lo que podría moderar una eventual subida más brusca del precio de este tipo de corte, altamente consumido en diciembre, pues el margen de ganancia ya es bueno.
Johanna Rodríguez, de la compañía Grupo RZ, dedicada a la distribución de carne de cerdo y alimentos para animales de granja, calificó el año como atípico, con precios muy inestables en carnes como el cerdo. Pese a esto, comentó que el consumo a nivel nacional se ha mantenido estable. “El cerdo sigue siendo una de las proteínas de más acceso al consumidor final, por lo que no hemos visto disminuido el consumo de noviembre para atrás”, afirmó.
No obstante, ella agregó que la mayoría de productores han tenido pérdidas importantes, pues venían arrastrando la crisis de la pandemia, y este año tenían la esperanza de tener más estabilidad, pero se vino la guerra en Ucrania, lo que dificultó la recuperación.
Este grupo también distribuye productos bajo la marca Carnes Don Melchor en diferentes supermercados del país. Al respecto, Rodríguez manifestó que en esa línea de negocio han mantenido un margen, aunque han tenido que lidiar con los altos costos del combustible.
Costos de producción impactan precios
Caporc, así como la Cámara Nacional de Avicultores (Canavi), y la Corporación Ganadera (Corfoga), coinciden en que el aumento en los precios durante el año son una consecuencia del incremento en los costos de producción, provocados por la elevada inflación que azotó el mundo este 2022.
“El precio internacional del maíz amarillo, sus derivados y la soya sigue muy elevado, impulsado por la guerra en Ucrania y la especulación internacional sobre los futuros; estas dos materias primas representan más de 80% de los costos totales de producción de alimentos para aves”, comentó William Cardoza, director ejecutivo de Canavi.
Por su parte, el presidente de Caporc agregó que, además del aumento sostenido de los insumos utilizados para la crianza de los animales, en el caso del cerdo también han registrado una disminución en la oferta de carne debido a la retirada de algunos productores que no pudieron costear los altos costos de producción.
“Hay poca oferta de cerdo nacional, eso se debe a que durante el año sufrimos mucho con los costos, lo que ocasionó el cierre de muchas granjas en el país. Además de que la economía no está tampoco en la mejor forma”, manifestó el presidente de Caporc.
Otro factor que destacó Rojas es que en los meses de noviembre y diciembre usualmente aumenta el precio de la carne de cerdo debido al incremento en la demanda de los productos para hacer tamales o cenas, que sumado a una menor oferta empuja los precios al alza.
Según explicó Rodríguez, de Grupo RZ, como consecuencia de la guerra en Ucrania, materias primas como el maíz duplicaron su valor. Una tonelada de ese insumo pasó de $200 a unos $400, pero incluso llegó a alcanzar picos de hasta $460 durante el año.
En tanto, el director ejecutivo de Corfoga, Luis Diego Obando, manifestó que los precios de la res se han comportado al alza durante la mayor parte del año, aunque en los últimos meses ha bajado un poco. “La industria ha estado vendiendo y exportando el 35% de la producción hacia otros mercados que están pagando bien por la carne”, comentó.
El director ejecutivo de Corfoga afirmó que la guerra en Ucrania elevó el precio de muchas materias primas utilizadas para alimentar al ganado, lo que termina reflejándose en el precio de la carne para el consumidor final. “La carne ha sufrido un incremento muy similar a la inflación, que definitivamente se siente en el bolsillo”, enfatizó.
¿Bajarán los precios?
Ante este panorama, donde la inflación se ha desacelerado en los últimos meses, surge la pregunta de si en un futuro cercano disminuirán los precios de las carnes. No obstante, los productores ven con poco optimismo un escenario en el que disminuyan los costos en las próximas semanas.
Cardoza aseveró que en diciembre hay un fuerte incremento del consumo de carne de pollo y de huevo, porque ambos productos avícolas se utilizan en la preparación de gran cantidad de recetas de la época y también se da un incremento en la demanda en hoteles y restaurantes.
Por esa razón, el representante de Canavi consideró que muy posiblemente esa alta demanda estacional pueda mantener presión sobre el comportamiento del mercado interno y se vea reflejado en los precios que encuentren los consumidores.
En esto coincide el presidente de Caporc, quien mencionó que esperan que los precios de la carne se mantengan en los rangos que han oscilado en las últimas semanas, debido a la alta demanda de cerdo durante diciembre y principios de enero.
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“El precio sigue relativamente alto en los puntos de venta, se va a mantener por ahí porque hay poca oferta de la carne fresca nacional, que es la que prefiere el consumidor. Por lo menos para este fin de año y a inicios del siguiente”, afirmó Rojas, representante de los porcicultores.
Por su parte, Obando resaltó que con la entrada del verano se incrementa el consumo de comida rápida, se realizan más asados familiares o parrilladas, y se fomenta el turismo, que representa una vía importante de consumo. Estos tres factores presionan hacia una mayor demanda.
“El precio al ganadero por su animal empezó a disminuir en los últimos meses. El matadero compra más barato y debería reflejarse en el precio del consumidor, el problema es que no se refleje. Ahí empezamos con un problema de oferta y demanda, que es el que manda a la carne”, explicó Obando.