Las juntas directivas del Banco Nacional de Costa Rica, del Banco de Costa Rica (BCR) y del Banco Nacional Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) acumulan dos meses o más sin poder sesionar, a la espera de que el Consejo de Gobierno sustituya a tres miembros que renunciaron.
El máximo órgano del BCR no sesiona desde el pasado 26 de junio, debido a la renuncia de Gina Carvajal. Ella dejó de ser parte de ese foro el 30 de junio, para ocupar el puesto de gerenta general del Banco Popular.
Por su parte, la directiva del Banco Nacional tampoco puede sesionar por la renuncia de Flora Montealegre, quien dimitió a partir del 24 de julio. Su última reunión fue el día 18 de ese mes.
Por otro lado, la junta del Banhvi no sesiona desde el pasado 3 de julio, debido a la renuncia de Roy Jiménez Céspedes, ex viceministro de Vivienda y Asentamientos Urbanos y quien fungía como presidente de la directiva del Banco. Jiménez renunció a ambos cargos junto con la exministra, Jéssica Martínez, el pasado 4 de julio.
El Consejo de Gobierno es el ente responsable de nombrar a los miembros de las juntas directivas de cada uno de los bancos comerciales del Estado, según la Ley Orgánica del Sistema Bancario Nacional.
Además, según la Ley del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda y Creación del Banhvi, el mismo órgano es el encargado de designar a los siete miembros de la directiva.
Ante la renuncia de un director, el órgano queda desintegrado y sin que pueda sesionar hasta que se nombre a un sustituto que permita establecer como íntegra la totalidad de la junta.
La Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) instó al Poder Ejecutivo a gestionar los nombramientos pendientes en el Banco de Costa Rica y del Banco Nacional para que puedan reanudarse las sesiones.
Mediante una respuesta de su oficina de prensa, la Sugef indicó a La Nación que desde el pasado 28 de agosto urgió al Gobierno a hacer las designaciones “dado el papel preponderante que funge dicho órgano”.
La Sugef advirtió de que la desintegración del Órgano de Dirección en las entidades financieras impide que esa instancia adopte decisiones oportunas en torno a la estrategia, la gestión de riesgos, la solidez financiera, la organización interna y la estructura de Gobierno Corporativo de la entidad supervisada, entre otros.
“La Superintendencia instó al Poder Ejecutivo para que gestione los nombramientos en dichas entidades supervisadas, dada el papel preponderante que funge dicho Órgano de Dirección (Junta Directiva)”.
— Superintendencia General de Entidades Financieras
Así también lo indicó Marvin Arias Aguilar, director que fungía como presidente de la directiva del Banco Nacional antes de que esta quedara desintegrada por la salida de Montealegre.
Según Arias, al no poder sesionar, las juntas no pueden conocer temas claves que son necesarios, lo que retrasa tanto la toma de decisiones como el seguimiento de algunas estrategias.
Por ejemplo, señaló que el presupuesto y los planes anuales operativos deben ser enviados a la Contraloría General de la República antes del 30 de setiembre, pero que en las actuales condiciones eso no se puede hacer.
Según la Ley del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda y Creación del Banhvi, la junta directiva es la encargada de autorizar ciertos procesos del bono familiar de vivienda, autorizar la contratación de empréstitos, aprobar los presupuestos anuales del Banco o acordar los programas anuales de inversiones y préstamos del Banco, por ejemplo.
Según la Superintendencia, esa situación debe ser mitigada con la gestión que realizan otras instancias de la estructura de gobierno de los bancos, incluida la alta gerencia y las áreas o funciones organizacionales.
Dichas instancias contribuyen a la gestión y control de los riesgos de la entidad (líneas de defensa), todo ello conforme lo establecido en sus respectivos Códigos de Gobierno Corporativo.
Arias también explicó que la ley permite mecanismos excepcionales para que el gerente, subgerentes y auditores de los bancos tomen ciertas decisiones en caso de que no sesione la junta directiva.
Detalló que, una vez que el órgano esté integrado conforme a la ley, los miembros pueden ratificar o replantear las decisiones tomadas.
En 2022, las directivas de ambos bancos también acumularon varias semanas sin sesionar, debido a que el 31 de mayo del 2022 se venció el nombramiento de cuatro miembros de cada entidad.
Arias manifestó que este tipo de interrupciones genera retraso y afecta el seguimiento de la índole estratégica del banco, debido a que la fiscalización y aprobación de ciertos trámites son tarea exclusiva de la junta.
Sin embargo, señaló que es beneficioso que la ley establezca mecanismos excepcionales ante estos casos.
La Nación envió consultas a la Presidencia de la República sobre la nota enviada por la Sugef, así como sobre los motivos del atraso en el nombramiento de los directivos y la posible fecha para su designación.
Al momento de publicación de esta información, no se había recibido respuesta.
*Nota del redactor: Este artículo se actualizó a las 11:50 del lunes 18 de setiembre para incluir que el Banvhi también acumula más de dos meses sin poder sesionar por la falta del nombramiento de un directivo.