Para algunas personas, el manejo de ciertas emociones está muy ligado a lo que comen, y, en algunos de esos casos, estas reacciones aumentan el riesgo de sufrir trastornos de la conducta alimentaria.
Por este motivo, la Asociación de Desórdenes de la Conducta Alimentaria Costa Rica brindará este sábado el taller Alimentación Emocional y Cómo Evitar los Desórdenes Alimenticios.
En esta actividad se explorarán temas como la influencia de las emociones en la alimentación, la relación entre la personalidad y el modo de alimentarnos, la imagen de nuestro cuerpo y la asociación con la autoestima, los patrones de la infancia y la influencia familiar en nuestra nutrición, y el cómo la comida puede pasar a “llenar” autosatisfacciones.
Además, se abordarán las dietas mágicas y sus consecuencias, a distinguir entre el hambre, la necesidad, el deseo y la ansiedad, y el por qué se perpetúan conductas tóxicas.
El taller será este sabádo 29 de Junio de 4 p. m. a 7 p. m. en Santo Domingo de Heredia, 25 metros este del Auto Mercado, sobre la calle principal de Santo Tomas de Santo Domingo.
La inversión es de ¢20.000, que incluyen certificación y refrigerio.
Para más información puede comunicarse al 8964- 9171.
¿Qué son los desórdenes de la conducta alimentaria?
Los trastornos de la conducta alimentaria son desórdenes que las personas tienen en relación con su forma de comer y la forma en la que esta afecta su salud.
Son varios los tipos de trastornos alimentarios, sin embargo, los más comunes y que ponen en mayor daño a la salud son la anorexia, que consiste en hacer dietas estrictas, ayunos, sobreejercitarse y bajar de peso drásticamente.
También está el trastorno por atracón, en donde la persona ingiere grandes cantidades de comida en poco tiempo, de forma recurrente.
Y la bulimia, en donde la persona se da grandes comilonas como en el trastorno por atracón, sin embargo luego tiene “conductas compensatorias” y vomita o se purga para sacar todo lo que comió.
Aunque la mayoría de quienes los presentan son mujeres en la adolescencia, esto no exime de sufrirlos a hombres, niñas o personas incluso mayores de 50 años.
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