Covid-19 es una enfermedad completamente nueva y encontró a los sistemas de salud desarmados. Aún no hay tratamientos que digan directamente “esto es para tratar covid-19”, aunque hay varias opciones que se prueban con ensayos clínicos.
Por esa razón, hay opciones que se toman bajo la figura de uso compasivo.
El uso compasivo se da cuando no hay tratamientos para una enfermedad, pero sí uno que genera algún tipo de esperanza a un paciente en estado de extrema gravedad y su uso podría significar un cambio entre la vida y la muerte (o mayores complicaciones). Usualmente son tratamientos que están bajo experimentación en ensayos clínicos.
En el mundo hay varias opciones: una de ellas es el plasma de personas recuperadas, otra el remdesivir (antiviral utilizado principalmente contra ébola), el favipiravir (medicamento usado contra influenza) y la hidroxicloroquina y cloroquina.
En Costa Rica se utilizó la hidroxicloroquina en casos leves, no en pacientes hospitalizados ni graves, y el plasma de personas convalecientes.
“Covid no tiene un tratamiento oficial, no hay un medicamento que la Organización Mundial de la Salud o alguna organización reguladora haya decidido que se utilice para esto”, expuso Mario Ruiz Cubillo, gerente médico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) durante la conferencia de prensa de este viernes.
“Todos los tratamientos que se utilizan para un virus son medicamentos que permiten hacer que los síntomas sean menos: el dolor la fiebre, el ataque a los diferentes órganos: a los riñones, al corazón; la presión. Para eso se utilizan medicamentos que permiten controlar cada síntoma”, agregó.
La hidroxicloroquina ya no se utiliza en nuestro país para el tratamiento de ningún tipo de caso de covid-19 por recomedación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En cuanto al plasma, Costa Rica aplicó la primera dosis el pasado 25 de mayo y al 28 de agosto pasado, 348 personas hospitalizadas con covid-19 habían recibido el tratamiento.
Cada paciente recibe dos bolsas de plasma convaleciente de 200 mililitros y se les aplican como si fueran un suero.
La CCSS tomó a un primer cohorte de 163 personas que recibieron esta terapia aún no aprobada y vieron que no hay efectos adversos graves, pero aún es temprano para saber si hay eficacia.
Esta semana también se iniciaron ensayos clínicos de un suero a base de plasma de caballos, el cual se aplicará a 26 enfermos.Sin embargo, esta investigación se saltó la fase I cuyo objetivo es demostrar que el producto es seguro.
Román Macaya, presidente de la Caja, dijo que no se consideró necesario por la experiencia del Instito Clodomiro Picado (ICP) en la aplicación de sueros antiofídicos, cuyo protocolo se utilizó con este suero.
“El estudio fase I no se realiza porque estos se hacen con voluntarios sanos. Y, en voluntarios sanos, ya sabemos cuáles son las consecuencias de administrar anticuerpos en un cuerpo humano; se hace todos los días con los sueros antiofídicos”, manifestó días atŕas.