Si usted está entre las personas que, por falta de tiempo, se salta el desayuno en las mañanas, debería replantearse ese mal hábito pues un estudio presentado recientemente asegura que ello lo vuelve más vulnerable a padecer enfermedades coronarias.
La investigación se publicó en la revista Circulation, de la American Heart Association.
El análisis se realizó con ayuda de un cuestionario aplicado durante 16 años a 26.902 hombres, con edades entre los 45 años y 82 años.
Los hombres que reportaron saltarse el desayuno tuvieron un 27% más probabilidades de sufrir un ataque al corazón o de muerte por enfermedad de tipo coronaria.
Leah E. Cahill, director del estudio e investigador en el Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, dijo que no consumir la primera comida podría llevar “a uno o más factores de riesgo, como la obesidad, presión arterial alta o hipertensión, diabetes y colesterol alto, enfermedades que con el tiempo pueden conducir a un ataque al corazón”.
Otro patrón que se identificó en quienes evitaban tomar alimentos durante las primeras horas de la mañana fue que eran más jóvenes que quienes sí desayunaban, tendían al consumo de alcohol y tabaco, además de ser solteros y menos dados a la actividad física.
Para identificar todos esos indicadores se utilizó un formulario en el que fueron incluidas variables como cantidad de sueño, calidad de la dieta, historia clínica de la persona, el índice de masa corporal y factores sociales como el estado civil o si trabajaban medio tiempo o a tiempo completo.
Eric Rimm, profesor asociado de Epidemiología y Nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, aseguró: “Esta nueva información sugiere en general que los hábitos alimentarios pueden ser importantes para reducir el riesgo de enfermedad coronaria”.
La nutricionista nacional Marianne Monteil aseguró que se considera el desayuno como una de las comidas más relevantes del día, porque “cuando uno se levanta ha pasado más de ocho horas de ayuno, en teoría. Por eso el organismo está más a expensas de lo que la persona ingiera”.
Monteil recomendó incluir siempre carbohidratos y proteínas en el desayuno, aunque destacó que las cantidades varían según las necesidades del organismo de cada persona.
Aunque el estudio se aplicó en hombres europeos, los científicos responsables sugieren que los resultados podrían ser aplicables a mujeres y a otros grupos étnicos, aunque recomendaron probar los resultados realizando nuevas investigaciones.