Si de compromisos con el planeta se trata, los costarricenses tienen muy claro cómo ahorrar agua y electricidad, además de cómo separar residuos para el reciclaje. Sin embargo, no es igual cuando vemos su consumo y compras de bienes materiales.
Esta es una de las conclusiones de la encuesta Compromiso Ambiental de la Población Costarricense, realizada por el Centro de Investigación y Extensión en Administración, Economía y Gestión Tecnológica (Cieadeg), de la Escuela de Administración de Empresas del Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec). La encuesta se realizó en diciembre de 2022 y los resultados fueron presentados este 30 de marzo.
Al compromiso ambiental de cada persona se le asignó una calificación y con base en ella se sacó la de todo el grupo. Esta fue de 73 sobre 100, lo que representa un avance desde la encuesta anterior, en 2013, cuando el puntaje fue de 64.
“También fue muy llamativo que encontramos que al aumentar la edad (de los individuos) aumenta el compromiso ambiental”, manifestó José Martínez Villavicencio, coordinador del Cieadeg.
LEA MÁS: Creador del concepto de huella ecológica: Costa Rica está en deuda con el planeta
¿Cómo se hizo el estudio?
La encuesta se hizo de forma telefónica a 640 usuarios de teléfono celular mayores de 18 años y residentes en todo el país. A los participantes se les preguntó con cuánta frecuencia realizan acciones cotidianas consideradas de valor hacia la protección y conservación del ambiente. Estas valoraciones se dividieron en cuatro ejes: ahorro de electricidad, ahorro de agua, separación de residuos y consumo responsable.
El consumo responsable se refiere a los bienes que se compran, con la frecuencia y las necesidades que se tienen versus el deseo de este, también al tipo de implementos que se consumen.
Con base en las respuestas se asignaba una calificación general y otra por cada uno de los cuatro ejes. La puntuación iba de 1 a 100, donde 1 es el menor nivel de compromiso posible y 100 el mayor.
La calificación obtenida por rubros fue la siguiente:
- Ahorro de electricidad: 80 puntos
- Ahorro de agua: 75
- Separación de residuos: 76
- Hábito de realizar compras responsables: 51
Si esto fuera un examen para el colegio o universidad, la única “materia” en la que habría una nota satisfactoria es en el ahorro de electricidad; en el de agua y en la separación de residuos se pasó “raspando” y en las compras responsables se reprobó el curso.
Sin embargo, la separación de residuos y las compras responsables aumentaron de calificación en relación con la encuesta de 2013.
“La situación de residuos sólidos en el país es compleja, con múltiples actores tanto del sector público como privado, y para atenderla se ha incrementado el acceso a sitios de recolección de material valorizable, como también la difusión de la necesidad de hacerlo. Estos dos factores han motivado a la población a implementar la separación de residuos, en particular en las áreas urbanas”, comentó Diana Zambrano Plamba, coordinadora de la carrera de Ingeniería Ambiental del Tec.
En cuanto a compras responsables, las cifras nos dicen que habríamos reprobado “el curso”.
“Se percibe una falta de identificación en cómo el consumismo impacta el ambiente, lo cual muestra un área hacia la cual hay que empezar a direccionar los esfuerzos en educación a la población”, destacó Zambrano.
La encuesta no encontró diferencias entre las respuestas de hombres y mujeres, pero sí según grupos de edad. A mayor edad, mayor compromiso. El grupo de 18 a 29 años obtuvo 71 puntos, el grupo de 30 a 54, 73 puntos, y el grupo de 55 o más, obtuvo 80.
Los entrevistados de la zona central mostraron mayor compromiso ambiental que los del resto del país, con calificaciones de 73,2 y 72,5, respectivamente.
LEA MÁS: ¿Cuántos planetas necesitaríamos si todo el mundo viviera como usted?
Materialismo

LEA MÁS: Familias más pequeñas pueden ayudar a reducir la huella ecológica en el planeta
La encuesta también evaluó el materialismo. Martínez indicó que esto se hizo porque entre mayor materialismo exista hay más posibilidades de que se presente un consumo desmedido de bienes, lo que a su vez genera mayor contaminación porque se tiende a desechar rápidamente las cosas.
Esta calificación se obtiene con base en tres rubros: la centralidad que adquieren los bienes materiales en la vida de las personas, las creencias que relacionan los objetos materiales con la felicidad y las creencias que relacionan el éxito con los bienes materiales.
La cifra alcanzada por los costarricenses fue de 47. La población tica actual es más materialista que la de 2013, cuando este número era 29.
Nuevamente, las generaciones más viejas tenían más “hechas las paces con lo que necesitaban” y no eran tan materialistas, lo que beneficia al planeta. Por su parte, las generaciones más jóvenes buscan obtener más. En el grupo de edad de 18 a 24 años, la escala de materialismo estuvo en 52, de 25 a 39 en 47 y de 60 o más en 38 puntos.
“En este tema entran factores culturales que han pesado más que la percepción ambiental. Esto representa un mayor reto, porque está vinculado con temas de percepción de estatus social, la visión del mundo y sociedad que están ligadas con la adquisición de bienes o servicios”, concluyó Zambrano.
LEA MÁS: Página quince: Buscar la prosperidad minimizando la huella de carbono