El jueves 5 de agosto, Barcelona anunció que Lionel Messi no seguiría en el club. Este 10 de agosto, como lo habíamos adelantado en la primera versión de este artículo (publicado el día 6 de este mes), se anunció el fichaje de Messi en el Paris Saint-Germain (PSG) de Francia, donde juega Keylor Navas.
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La noticia es noticia porque Messi es la leyenda viviente del Barça. Llegó en el 2000 con 13 años. Se retira en el 2021 con 34 años. 742 partidos oficiales. 640 goles. 258 asistencias. Muchos títulos (34) y muchos récords.
En España siguen buscando al culpable de su salida. El diario catalán SPORT, pro Barcelona y pro Messi, tenía una encuesta abierta para que los aficionados señalen con el dedo al culpable. La salida de Messi es una mezcla de factores diseñados para el fracaso:
--El último salario de Lionel Messi en Barcelona fue de 138 millones de euros anuales.
--Barcelona tiene una deuda de 1.173 millones de euros, y un presupuesto salarial de 347 millones de euros para pagarle a 26 futbolistas profesionales. 27 si contamos a Messi.
--Si Messi se quedaba con el mismo contrato de 2020-2021, solo quedaban 209 millones de euros para los 26 jugadores restantes, y era insuficiente. Supuestamente, eso sí, Messi había aceptado firmar un contrato mucho menor para ayudar al Barça, pero de todas formas no se pudo.
--Algunas de las estrellas del equipo con los salarios más elevados después del argentino, como los franceses Antoine Griezmann y Ousmane Dembélé, no aceptaron la propuesta del presidente Joan Laporta para rebajar sus sueldos con tal de poder firmar a Messi.
--LaLiga española encontró una alianza con un fondo de inversión internacional que podría inyectar 284 millones de euros al Barça, pero ni el Barcelona ni el Real Madrid están de acuerdo con esta movida, que supone vender derechos de imagen a 40 años (ambos clubes tienen la idea de mudarse más pronto que tarde a una súper liga cerrada de clubes europeos).
--Aún con todo esto sobre la mesa, Lionel Messi y su agente, su padre Jorge, se encontraban en Barcelona este jueves 5 de agosto para firmar un contrato de cinco años, de los cuales Messi pensaba jugar al menos dos para luego irse a la MLS. (Según periodistas cercanos al entorno de Messi, el gaucho se iría al Inter de Miami de David Beckham para jugar sus últimos años de fútbol). También Javier Tebas, presidente de LaLiga, esperaba que este jueves se anunciara el nuevo contrato de Messi.
--Pero la operación no se dio. Joan Laporta expuso motivos según los cuales es inviable para el Barça fichar a Messi, ya que el club piensa rechazar los 284 millones del pacto de LaLiga con el fondo de inversión. Tras la reunión, que sorprendió a la familia Messi, el Barça publicó el comunicado que originó este Explicador: Messi se va del Barça, 21 años después.
Mientras muchos aficionados blaugranas tratan de superar el baldazo de agua fría, algunos con lágrimas en su rostro, hay quienes pensamos que esto podría ser lo mejor para el Barcelona en lo deportivo.
El equipo podría salir ganando con la ausencia de Messi. Y el PSG podría salir perdiendo.
Hace dos días, el mediocampista del PSG, Marco Verratti, publicó esta foto tomada en Ibiza, España. Messi acompañado de jugadores del PSG, durante las vaciones:
¿Un nuevo aire necesario para el Barça?
Barcelona no gana la UEFA Champions League desde el 2015, cuando en el equipo todavía jugaban los españoles Xavi Hernández y Andrés Iniesta. (De hecho Messi nunca ha ganado la Champions sin la ayuda de ellos dos).
En estos seis años sin llegar a una final de la máxima competición de clubes del mundo --que es lo que más codician los clubes XXL, y que su archirrival Real Madrid ganó en cuatro ocasiones en ese lapso--, el Barcelona se ha tragado las peores humillaciones de su historia reciente:
--Temporada 2015-2016: eliminados en cuartos de final en dos partidos contra el Atlético de Madrid, con victoria 2-1 y derrota 2-0.
--Temporada 2016-2017: eliminados en cuartos de final en dos partidos contra la Juventus, con goleada en contra de 3-0, más empate 0-0.
--Temporada 2017-2018: eliminados en cuartos de final en dos partidos contra la Roma, con victoria de 4-1 y derrota de 3-0 (remontada histórica de la Roma).
--Temporada 2018-2019: eliminados en semifinales en dos partidos contra el Liverpool, con victoria de 3-0 y derrota de 4-0 (remontada histórica del Liverpool).
--Temporada 2019-2020: eliminados en 4tos de final en un partido contra el Bayern de Múnich, con goleada histórica en contra de 8-2 (esta humillación, en parte, hace que Messi pida irse del club tras la temporada, pero la dirigencia lo impide).
--Temporada 2020-2021: eliminados en 8vos de final en dos partidos contra el PSG, con goleada de 4-1 en contra, más empate 1-1.
Seis años de fracasos europeos. Y entre ellos, apenas tres ligas españolas ganadas. Y cuatro copas nacionales, mucho menos prestigiosas.
Los mejores años de Messi en cuanto a la consecución de títulos están muy atrás a nivel de clubes. Su reinado indiscutido se explayó entre los años 2008 y 2015, con algunos baches como la derrota 7-0 en dos partidos contra el Bayern, en 2013.
En la lista de fracasos europeos, se le reprochó a Messi no jugar bien en los partidos que están en negrita. Quienes los vieron se recordarán a la perfección de cómo jugó Messi en esas ocasiones.
En todos estos años, hay que señalarlo, Lionel Messi no ha sido un mal jugador. Todo lo contrario. Entre 2015 y 2021, tras su reinado indiscutido, Messi promedió 43,33 goles por temporada (0,87 goles por partido). Estos números lo llevaron, como vimos, a ganar tres ligas nacionales, pero nada a nivel europeo.
Por el contrario, entre 2008 y 2015 --su reinado-- estos fueron sus números: 370 goles en 372 partidos. Casi un gol por partido de promedio (una estadística que muy pocos logran en el fútbol), y un promedio de 52,8 goles por temporada. Entre esos años ganó tres Champions, cinco ligas y tres copas locales. También ganó cinco de sus seis Balones de Oro (premio anual al mejor jugador del mundo).
Aunque se trata de Messi, y en el mundo de Messi un bajón de rendimiento no deja de proyectar estadísticas individuales sorprendentes, este bajón tiene varias explicaciones o, mejor dicho, hechos puntuales que fueron mermando al Barça:
--El entrenador que cosechó más éxitos con el Barça, Pep Guardiola, se fue del club en 2012.
--Xavi e Iniesta se retiraron del club en 2015 y 2018, respectivamente.
--El Barça contrató a entrenadores que de una u otra forma no dieron la talla. Al menos no como Guardiola (72,47% de victorias) o Luis Enrique (76,24% de victorias -- ganó la última Champions de Messi, en 2015). Entre estos entrenadores están: Gerardo Martino (67,8% de victorias), Ernesto Valverde (66,9%), Quique Setién (64%) y Ronald Koeman (62,9%).
--Messi no se llevó bien con algunos de estos entrenadores. Sobre todo con Setién y su cuerpo técnico. Y también ha habido, en años recientes, algunas disputas o malentendidos con compañeros de equipo.
--Desde que el Barça fichó a Antoine Griezmann, atacante francés exfigura del Atlético de Madrid y campeón del mundo en 2018 con su selección, se supo que no se llevaba bien con Messi. En 2020, incluso, ambos pelearon en el entrenamiento y casi llegan a los golpes. En España se escribió que Messi ignoraba intencionalmente al francés en algunos partidos, y no le pasaba el balón adrede.
--También se ha escrito que Messi, con su dimensión de mega estrella, se convirtió en una especie de jefe difícil de entrenar en el Barcelona, que no hablaba con algunos de sus compañeros o que no hacía caso a algunas instrucciones de sus entrenadores.
--Algunas figuras que firmaron con el Barça gracias a un nivel altísimo en sus equipos pasados, nunca lograron desarrollar su potencial en Cataluña. Esta falta de progreso en sus carreras podría no tener que ver con la presencia del ‘jefe’ Messi, pero es posible que su partida les dé oxígeno para mejorar y reencontrarse con su fútbol. El Barça no se queda sin estrellas. En ataque, el club podría recuperar este año el mejor nivel de: Philippe Coutinho, Antoine Griezmann, Ousmane Dembélé, Anssumane Fati, Memphis Depay y Sergio Agüero. Hay material para que el entrenador Koeman trabaje a gusto, y ahora con las jerarquías 100% claras.
Quedarse en Barcelona sin tomar en cuenta todo lo anterior, habría sido una forma terca, aunque quizás romántica, de continuar un hundimiento que ha sido paulatino, pero que ha sido al fin.
Messi ya trató de irse en 2020, tras la goleada de 8-2 contra el Bayern. Intentó activar una cláusula de su contrato para romper su vínculo laboral, pero la directiva del club jugó con el calendario para forzarlo a quedarse contra su voluntad. Para el club, lo pragmático habría sido venderlo ese año, porque ahora en 2021 se va gratis.
Para Messi no es fácil irse. Si es verdad que Jorge Messi pensaba firmar un contrato de cinco años este jueves entre su hijo y el Barça, tener que cambiar de vida y de ciudad es un reto que su familia --su esposa Antonela Roccuzzo y sus tres niños-- no contemplaba. Además, Messi no es muy docto para los idiomas. En 21 años en Cataluña, nunca aprendió a hablar catalán. Y tampoco sabe inglés. Lo más probable es que en París no aprenda francés. (Como su amigo Neymar, que lleva cuatro años en el PSG y aún no lo habla).
Messi puede no ser la mejor idea para el PSG
El periodista francés Mohamed Bouhafsi, una fuente más que confiable en materia de traspasos, afirmó el 6 de agosto que Messi firma por dos años con opción de un año extra. Y dijo que el anuncio oficial se haría el 10 de agosto (lo que ocurrió al final).
🚨Lionel #Messi a choisi le #PSG ! Les dernières discussions portent sur un contrat de 2 ans + une autre saison en option. Le #PSG essaye de boucler le deal dans le week end. Le père de Messi doit rencontrer le #PSG dans les prochaines heures. Le vestiaire parisien est heureux.
— Mohamed Bouhafsi (@mohamedbouhafsi) August 6, 2021
Es un fichaje bomba.
Y para el modelo de negocios que es el París Saint-Germain (PSG), es un fichaje bombazo.
Messi, Neymar y Kylian Mbappé. La venta de camisetas y el interés mundial que suscitará el equipo será más grande que nunca. El club parisino, propiedad del estado de Catar, estaría ganando una partida en la batalla de soft-power contra Emiratos Árabes Unidos, dueño del Manchester City.
Desde hace una buena década, ambos países del Golfo Pérsico han inyectado más de $1.500 millones cada uno en traspasos en sus equipos, para construir clubes ganadores.
Es una apuesta por adquirir influencia política en una de las aristas más globalizadas y globalizantes del mundo: el fútbol de clubes europeo. El éxito ha tenido forma de ingresos millonarios, consolidaciones de marcas y levantamiento de títulos nacionales, pero no internacionales. En una década de inyección de capital, ni PSG ni Manchester City han podido ganar la Champions. Con Messi entre sus filas, el PSG podría al fin conseguirlo. ¿O no?
Desde este jueves 5 de agosto, periodistas que siguen el día a día del PSG anunciaron que el club estaba en negociaciones con Lionel Messi para ficharlo. Messi quedó como agente libre y puede firmar contrato con quien quiera. Solo el PSG y el Manchester City, aparentemente, estarían en la medida de pagar el dinero que él quiere. De alguna forma el City se salió de la operación tras fichar al mediocampista ofensivo Jack Grealish, del Aston Villa, por 117 millones de euros el mismo 5 de agosto. Y le otorgó el dorsal #10.
En Francia, para que Messi gane los 138 millones de euros anuales tras impuestos que ganaba en Barcelona entre cláusulas fijas y variables, el PSG tendría que pagarle un salario bruto de unos 200 millones de euros. Catar puede hacerlo.
La pandemia de la covid-19 ha flexibilizado las reglas de fair play financiero en Europa, y al país árabe le basta con abrir más el grifo para seguir acaparando el talento futbolístico. (Este verano ya han fichado a Sergio Ramos, Gianluigi Donnarumma, Georginio Wijnaldum y Achraf Hakimi).
Y este es el punto al que quería llegar: el club está duplicando y triplicando puestos desordenadamente, al estilo del Real Madrid de “Los Galácticos” (percibido como un fracaso por muy pocos éxitos entre 2001 y 2006). El mes pasado el PSG tenían 9 porteros profesionales contratados, entre ellos Keylor Navas. En ataque, si todo sale según lo planeado, tendrán a Lionel Messi, Neymar, Ángel Di María, Julian Draxler, Mauro Icardi, Pablo Sarabia y Kylian Mbappé.
Este último es la nueva súper estrella mundial del fútbol. El primer adolescente en anotar en una final de Copa del Mundo --y ganarla-- tras Pelé. Su rostro ha sido la portada del juego de video FIFA por dos años consecutivos. También ha sido la portada de la revista TIME. El francés de 22 años es un crack. Su velocidad explosiva y su técnica con el balón le permiten anotar más de 30 goles por año como si nada, y en la pasada temporada un triplete de goles suyo en Barcelona eliminó al equipo de Messi de la Champions League.
Pero conforme Mbappé crece, también lo hace su ego. El chico sabe que es bueno y quiere ser el mejor. Eso conlleva ser el líder de su equipo.
Desde su entorno, en Francia se ha filtrado que Mbappé quisiera jugar en el Real Madrid. Ser la estrella en solitario de un equipo XXL. En París tiene que compartir la fama con Neymar (más o menos, porque este pasa la mitad del tiempo lesionado --se ha perdido un 50% de los partidos del PSG en cuatro años), y ahora tendría que compartirla también con Messi.
Compartir la fama y los goles, porque Messi no llegaría a ser el segundo de nadie, sino a conocer a sus nuevos segundos.
El cambio de Mbappé se vio claramente en la Euro 2020, donde Francia quedó eliminada por sorpresa contra Suiza, en 8vos de final.
El delantero francés se peleó con Griezmann y tuvo salidas en conferencias de prensa que anonadaron a más de uno: dijo que él cobraría los penaltis y tiros libres, una misión encomendada a Griezmann con mucho éxito en Rusia 2018. También despotricó contra su compañero Olivier Giroud.
Además, al PSG se le ha criticado sobremanera que ni Mbappé ni Neymar ayudan a defender en los partidos más difíciles de Champions League. Messi también es uno que ayuda cada vez menos en defensa, conforme avanza su edad (a excepción de la última Copa América, donde se vio 100% comprometido con su equipo en todas las fases del juego).
Con Messi, el PSG podría tener una renovada lucha de egos en ataque, con tres futbolistas que tienen sed de ser los mejores. Es posible que Neymar le ceda protagonismo, como lo hizo en Barcelona en 2015, pero es difícil pensar que Mbappé hará lo mismo.
Como bien sabemos en Costa Rica, también habrá una lucha de egos en la portería: Navas y Donnarumma pelearán la plaza de titular. En defensa, la llegada de Hakimi (lateral) y Ramos puede perjudicar a los establecidos Kimpembe o Marquinhos. En el centro del campo hay unos seis jugadores para pelear dos plazas de titular.
Quienes seguimos de cerca el fútbol francés, y sobre todo lo que pasa en el PSG, sabemos que es un equipo complicadísimo de dirigir. Hay clanes que dividen el vestuario. Los francófonos por un lado y los latinos por el otro. Hay jugadores criticados por gozar de la vida nocturna parisina sin pensar en el profesionalismo deportivo de la mañana siguiente. Hay egos sobredimensionados que no aportan en lo deportivo en el crunch time, como dicen en la NBA: en los momentos clave.
¿Realmente es lugar París para el mejor jugador del planeta? (con el permiso de Cristiano Ronaldo, también el mejor jugador del planeta).
Messi es una operación de éxito para Catar. Ganen o pierdan partidos. Pero miles de aficionados genuinos y/o veteranos del PSG, que siguen al club desde su fundación, en 1970, o desde antes de la era catarí (antes de 2011, cuando el club comenzó a convertirse una marca que compra a figuras ya establecidas ofreciéndoles salarios que otros clubes no pueden pagar), están hartos de que el club fiche a megaestrellas de forma desordenada, sin pensar en construir un colectivo ganador que sea consecuente.
La siguiente es la lista de entrenadores que no han logrado entrenar con éxito al PSG en los últimos años, a pesar de tener todos los vientos monetarios a favor:
Carlo Ancelotti, Laurent Blanc, Unai Emery, Thomas Tuchel (lo echaron del PSG y a los seis meses ganó Champions con el Chelsea) y Mauricio Pochettino.
Periodistas que cubren el PSG dijeron que Pochettino, tras seis meses como entrenador del PSG, quiso dimitir tras enterarse de cómo se manejan las cosas en París (cuestión de poderes entre el presidente, el director deportivo y el entrenador). Por semanas se le pidió que dijera algo en sus redes sociales, para saber si era verdad o no que quería irse. Ahora le toca continuar. No se sabe a ciencia cierta si en contra de su voluntad. Al menos comparte nacionalidad con Messi, y eso podría ayudarle.
Messi tiene 34 años y muchísimo fútbol en su pie izquierdo. También es posible que su llegada cambie drásticamente todo para bien. Pero para quienes conocemos el fútbol francés, esto no luce como lo más probable.
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Ojo: yo no pienso que un equipo de fútbol empeore con Lionel Messi. Su nivel sigue siendo increíble en 2021, e intrínsecamente no hay un solo jugador que lo supere actualmente. Pero dado el contexto del PSG; lo que recién expuse, la idea de juntar a Neymar, Messi y Mbappé; los tres atacantes aleros técnicos y goleadores; los tres con sed de ganar el Balón de Oro, podría no ser la mejor.
No será esta la primera vez que PSG esté repleto de estrellas. No es casualidad que en 10 años no hayan podido ganar la Champions. La lógica indica que lo harán tarde o temprano, pero no son pocos los propios contrapesos (balazos en sus propios pies) que lo han impedido.