Las paredes de la oficina de don Gonzalo Facio cuentan parte de su historia: decenas de fotografías con mandatarios de diversas naciones y época dan testimonio de su actividad política.
Y es que este hombre de 83 años de edad ha dividido su vida entre sus dos pasiones: la abogacía y la diplomacia.
Como abogado, el 23 de diciembre de 1941, día en que obtuvo su título de la Universidad de Costa Rica la primera graduación de dicha entidad fundó el primer bufete de abogados del país.
Lo que hoy conocemos como Facio & Cañas, se inició con el nombre de Facio & Facio. Don Gonzalo, junto a su tío Rodrigo ambos de la misma edad decidieron que era necesario crear una organización de abogados que brindara al cliente la asesoría de especialistas.
Con los años, otros nombres se unieron al del bufete. En 1943 don Alberto Cañas se unió a la organización y se le designó el nombre con la que la conocemos ahora.
Los cargos diplomáticos de don Gonzalo lo han mantenido alejado del bufete por varios periodos. "Calculo que en estos 60 años, 30 los he pasado en el bufete y los otros 30 en labor pública", explica.
Y es que los cargos han sido muchos: fue miembro de la Junta Fundadora de la Segunda República, ha sido la cabeza de los ministerios de Relaciones Exteriores en tres ocasiones y Economía y Hacienda, diputado y embajador de nuestro país en múltiples oportunidades.
No obstante, nunca ha abandonado el derecho. "Lo mío son los pleitos", dice el abogado litigante.
Obsesivo con el trabajo, sigue llegando cada mañana al bufete. Confiesa que para él no existe jubilación.
Ahora, el bufete que creó hace sesenta años es uno de los más grandes del país. En él, 18 abogados socios, 23 asociados y otro tanto de asistentes y abogados recién graduados siguen el camino que sus fundadores marcaron.