A sus 25 años, la hija de Fergie y el príncipe Andrés sabe lo que es lidiar con sus adiciones al licor, la comida y el cigarro. A pesar de haber salido airosa de ellas, en los últimos meses ha vuelto a acaparar la atención pública por apostar en juegos y en carreras de caballos importantes cantidades de dinero.
Allegados a la princesa han expresado su preocupación al ver con la facilidad con la que la joven llega a los casinos y apuesta sumas exorbitantes de dinero y no parece preocuparse cuando pierde en los juegos.
“E muy común verla pasearse por varios casinos de la ciudad de Montecarlo. Ella no reconoce que esto se ha convertido en un problema y que debe de lidiar con ello, al igual que lo ha hecho con otras de sus adicciones”, expresó a los medios de comunicación una fuente cercana a la princesa.
Desde su adolescencia, la joven Beatriz ha protagonizado escándalos que van desde su mal vestir hasta las interminables fiestas a las que asiste.