Strung Out se lució en el Hope Fest 2011 y lo cerró por todito lo alto

Si algo hay que decir del Hope Fest 2011 , en materia de música, es que con gran propiedad permitió ver una descarga foránea de punk; además, la actividad fue impecablemente cerrada por la bien ponderada Strung Out.

No se esperaba menos de la alineación comandada por el histriónico cantante Jason Cruz. Strung Out era el plato fuerte y, tras una hora y 15 minutos de desempeño en el escenario, quedó claro que aquellas casi 1.000 personas en el Pepper’s Club, en Curridabat, reunidas el domingo pasado iban para comérsela en carne viva.

Así que para cuando Strung Out tomó el escenario a las 9:26 p. m., el Pepper’s Club la recibió como se la merecía: con gritos y manos arriba. Cada tema provocó en el gentío coros masivos, puños llevando el ritmo y, como manda el protocolo y como pedía Jason Cruz desde la tarima, un gran slam.

Uno tras otro, a veces casi sin respiro, iba lanzando Strung Out las canciones. Que Too Close to See, que Deville, que Paperwalls o bien Matchbook, Velvet Alley, Firecracker, Solitaire o Mission Statement.

Conexión de metal. Lo que Strung Out iba entregando aquella noche dominical era intenso; daba y daba, daba y daba canciones a mares. Y lo suyo era una entrega precisa, de mucha empatía con el público y de fe pública en cuanto a ser una banda sólida.

Y dio Strung Out una tremenda cátedra de abordaje. Demostró cómo se puede reinterpretar un tema sin que pierda su esencia ni la banda su identidad al ejecutar temas fundamentales del heavy metal. Así tomaron Walk, de Pantera, que llegó acercándose la mitad de su presentación, y Bark at the Moon, del casi inmortal Ozzy Osbourne y que Strung Out dejó como cierre de su actuación.

Es que la banda ya se había marchado del escenario a las 10: 20 p. m. y al grito obligatorio de que se quería más de ella, regresó Jason Cruz solito para, guitarra en mano y por tanto en acústico, interpretar la canción Scarlet.

Ahí, sentado en una improvisada butaca, creada a partir de tres cajas plásticas de cerveza, Cruz iba, de nuevo, metiéndose al público en el bolsillo y, tras un tema más y ya con la banda completa, dejaba Strung Out el Pepper’s Club con el Bark at the Moon, del quien fuera la voz principal de Black Sabbath.

Strung Out fue entonces la cereza en el pastel. Antes de que la banda se tomara el escenario, habían transcurrido siete horas de intenso punk, rock y hardcore.

En la tarde, tocaron las bandas costarricenses Respirando un Nuevo Día , The Movement In Codes , Confrontación , Inersia y Bufonic , todas con un excelente desempeño. Y desde las 6 p. m. y hasta las 8: 40 p. m. el escenario fue para Syco Destroyo, Such Gold y Bane.

Tres de afuera y un ligero percance..

Synco Destroyo subió a tarima a las 6:08 p. m. con un sonido cargado de notas de punk y hardcore que, en los primeros dos temas, inyectó al público del Hope Fest 2011.

Con los primeros dos temas la banda compuesta por Mike Sikes en la batería, Mitch Mullaney en el bajo, Garrett Wadford y Joel Ball en las guitarras y Will Mc Daniel, en la voz parecía que iba a dar una entrega interesante, en especial, luego de que realizaran una especie de improvisación para la cual se sirvieron de una tornamesa. Sin embargo, sus demás canciones no causaron frenesí entre el público, pero el gentío los escuchó con atención y les brindó respetuosos aplausos al terminar sus casi 35 minutos de trabajo en escenario.

Diferente fue el panorama para Such Gold. La banda levantó por completo los ánimos al grado de ser una de las bandas más aplaudidas del Hope Fest 2011.

Por espacio de 40 minutos, Such Gold recibió a cambio intensos slams y gritos de apoyo.

El bajista Devon Hubbard dijo estar feliz de ser parte del festival. Y fue fácil comprobar que la tierra tica le pegó en el corazón porque sus pantas a la rodilla dejaban ver que en la pantorrilla de su pierna derecha se había hecho un tatuaje del escudo de Costa Rica.

Ya Such Gold había dejado a la gente contenta y cuando entró Bane el ánimo subió , y subió.

La banda de hardcore punk se detuvo por unos momentos cuando un joven, identificado solamente como German Fabián (no precisó su apellido) colapsó mientras estaba en el slam.

Ayudado por un integrante de la banda Billy The Kid y por Henry Jiménez, uno de los asistentes al concierto, el joven de 18 años fue sacado del círculo y colocado en el suelo.

Bane se detuvo mientras su cantante preguntaba: “¿Qué pasa? Se sentaron los Bane en el escenario a la espera que de que el joven recuperara la conciencia. El guitarrista de la banda tocó Every Rose Has Its Thorn, de Poison. Y luego el grupo continuó y el desvanecido fue llevado afuera del club y para ser recogido, casi 15 minutos después del percance, por una ambulancia de soporte básico de la Cruz Roja Costarricense.

El Hope Fest 2011 estuvo matizado por una modalidad solo para valientes: suspensión.

A lo largo del festival se realizaron varios shows de esa disciplina y así, por ejemplo, mientras Bane tocaba Natasha González, César Webbo Alvarez y Sergio Carvajal colgaban del techos desde barras suspendidos por “ganchos” clavados en su propia carne.

“Es algo que no puedo explicar. Es pura adrenalina y se siente muy bien”, dijo a Viva Sergio Carvajal.