Williams había puesto a la venta la propiedad por 7,5 millones, pero alguien decidió ofrecer 1,3 millones más para asegurarse la compra.
La casa, en uno de los barrios con más encanto de Brooklyn, es un edificio antiguo remodelado de tres plantas, con seis habitaciones y cuatro baños, bodega y una terraza de 55 metros cuadrados.
Había sido adquirida en 2005 por 3,6 millones, por lo que el inmueble casi ha triplicado su valor en diez años. EFE