La búsqueda de dos miembros de la familia Kennedy, desaparecidos durante un paseo en canoa, no permitió encontrarlos y las autoridades de Estados Unidos los dan por muertos, informaron sus familiares, según información recopilada por la agencia AFP.
Se trata de un nuevo drama para la célebre dinastía estadounidense, golpeada varias veces por la tragedia desde el asesinato en 1963 en Dallas del presidente demócrata John Fitzgerald Kennedy (JFK).
La sobrina nieta del exmandatario Maeve Kennedy McKean, de 40 años, no regresó el jueves de un paseo en canoa con su hijo Gideon, de ocho años, en la bahía de Chesapeake, en Virginia, anunciaron el viernes las autoridades.
La guardia costera, policías y bomberos se lanzaron a buscarlos, pero no los encontraron.
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“Las posibilidades de que hayan sobrevivido son extremadamente bajas. Está claro que Maeve y Gideon murieron”, dijo su esposo, David McKean, en un mensaje publicado en Facebook, evidentemente destrozado por lo acaecido con su esposa y su hijo.
I am writing here to address the countless people who have loved my wife Maeve and my son Gideon. As many of you have...
Posted by David McKean on Friday, April 3, 2020
La búsqueda “ya no es una operación de rescate, sino de recuperación” de los cuerpos, añadió en un comunicado la madre y abuela de las víctimas, Kathleen Kennedy Townsend, siempre según AFP.
La eventualmente fallecida es nieta del exsecretario de Justicia Robert Kennedy, el hermano de John, quien fue asesinado en 1968 cuando tenía grandes posibilidades de ganar las primarias para representar a los demócratas en las elecciones presidenciales.
La familia Kennedy, como se ha dicho durante tantos y tantos años, ha sufrido varios otros dramas. Uno de los hijos de Robert Kennedy, David, murió a los 28 años por causa de una sobredosis de cocaína en un hotel de Florida, en 1984.
Pero los dramas se han sido sucediendo sin ton ni son: otro de los hijos de Robert, Michael, murió tras golpearse contra un árbol mientras esquiaba en 1997, en Colorado.
Ni pensar lo ocurrido en 1999, cuando el hijo de John F. Kennedy, JKF junior, murió con su mujer Carolyn y su cuñada Lauren al estrellarse el avión que pilotaba en Massachusetts.
Ya desde entonces se hablaba de la supuesta “maldición” de una de las familias más famosas del planeta. Hubo un descanso en estos años, hasta el 2019, cuando Saoirse Kennedy Hill, una nieta de Robert Kennedy, murió de una sobredosis, a la edad de 22 años.
En medio de toda la pandemia que tiene acorralado al planeta, la terrible historia de esta parte de los Kennedy, vuelve a constituir un tremendo remezón, pues según medios internacionales, justo la familia se había congregado en la casa.
La tragedia, una vez más
La sobrina nieta de John F. Kennedy y su hijo fueron dados muertos según las autoridades, en un escenario tenebroso para una familia que ha tenido que apechugar con un golpe tras otro. En este caso, se trata de una madre y su hijo, quienes según medios internacionales, salieron en un paseo corto básicamente para localizar un balón.
La historia remece, en tiempos aciagos, lo que se ha dado en llamar, desde décadas atrás, como la “maldición de los Kennedy”, la cual empezó a gestarse desde el asesinato en 1963 en Dallas del presidente demócrata John Fitzgerald Kennedy (JFK).
La familia Kennedy sigue siendo emblemática por muchas razones, entre estas incluidas tragedias impensables, como la actual ¿cómo puede ser que Maeve y Gideon, nieta y bisnieto del exsenador Robert Kennedy, fallecieran de la forma más impensable? ¿Estaban tratando de recuperar una pelota? Evidentemente, los Kennedy están sufriendo lo inimaginable. Casi 60 años después de la muerte de John F. Kennedy.