Londres. El príncipe Andrés está “acabado” y debería vivir en la “ignominia”, afirmó el miércoles la prensa británica, asegurando que el hijo de Isabel II pagará hasta $16 millones (¢10.181 millones) para eludir un juicio por agresión sexual a menor en Estados Unidos.
Los abogados de la mujer estadounidense que lo había demandado, Virginia Giuffre, anunciaron el martes que ambas partes alcanzaron un acuerdo financiero confidencial que permite a Andrés, de 61 años, escapar a la vergüenza de un proceso.
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Giuffre, de 38 años, es una de las víctimas del multimillonario estadounidense Jeffrey Epstein, declarado culpable de pederastia por un tribunal de Florida y que se suicidó en una cárcel de Nueva York en el 2019 mientras aguardaba un nuevo juicio por tráfico y abuso de menores.
La amistad de Andrés, de 61 años, con este financiero, a quien defendió en una muy controvertida entrevista con la BBC en noviembre del 2019, provocó un escándalo que ya lo había obligado a retirarse de la vida pública. Pero el pasado agosto, Giuffre lo acusó de haber abusado sexualmente de ella en Londres, Nueva York y las Islas Vírgenes, cuando ella tenía 17 años, por mediación de su amigo.
El hijo de la reina negó estas acusaciones y dijo que se defendería, a principios de enero se anunció que prestaría “voluntariamente” declaración jurada en marzo ante los abogados de la estadounidense. Tal vez por eso la prensa sensacionalista británica, siempre implacable con la familia real británica, se mostró iracunda tras el anuncio del acuerdo extrajudicial.
“Un hombre verdaderamente decidido a limpiar su nombre de tan atroces acusaciones habría luchado con uñas y dientes, luego, si ganaba, habría intentado reconstruir su vida”, decía un editorial de ‘The Sun’. ”Andrés está acabado”, añadió, considerando que “debe retirarse por completo de la vida pública y vivir su retiro en la ignominia”.
Para el abogado británico Mark Stephens, especialista en cuestiones de reputación en el gabinete londinense Howard Kennedy LLP, “la mayoría de personas se fijará en el pago de daños y perjuicios a alguien que el príncipe Andrés dice no haber conocido nunca” con extrañeza. El hijo de la reina “ha preservado en cierta medida la dignidad de la familia real pero creo que no volverá nunca a la vida pública”, aseguró Stephens.
No se revelaron los términos financieros del acuerdo, solo que el duque de York hará “una donación sustancial a la organización de Virginia Giuffre”, creada el año pasado para ayudar a las víctimas del tráfico sexual. El diario sensacionalista ‘Daily Mirror’ afirmó que el príncipe desembolsará £12 millones ($16,3 millones o €14,3 millones): £2 millones para la organización benéfica y £10 millones para Giuffre.
Pero según otros diarios el monto sería inferior: ‘The Guardian’ lo estimó en más de £7 millones, sin incluir los “millonarios” honorarios de los abogados, y el ‘Daily Mail’ habló de una “humillación de £10 millones”.
Contactada por la AFP, una portavoz de Andrés declinó hacer comentarios. Todo esto plantea la cuestión de quién y cómo correrá con la cuenta. Según la prensa, Andrés podría haber vendido su lujoso chalet suizo por £18 millones ($24 millones, €21 millones). Pero tendría aún que pagar una importante deuda por esta adquisición, realizada en el 2014.
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El diario ‘Daily Telegraph’ aseguró que Isabel II contriburía a pagar una parte no determinada de su propio bolsillo. La reina y su hijo mayor y heredero al trono, Carlos, de 73 años, querrían cerrar así un escándalo especialmente embarazoso para la familia real británica en el año en que Isabel II celebra su Jubileo de Platino –70 años de reinado– en una campaña destinada a reavivar el amor de los británicos por la monarquía.
Para proteger a la institución, Andrés fue privado en enero de sus honores y títulos militares y ya no puede utilizar su título de Alteza Real.