A sus más de 50 años y en boca de todos los ticos, el ‘pura vida’ finalmente ingresó este martes al Diccionario de la Lengua Española (DLE) como una expresión emblemática de Costa Rica, tanto que nos reconocen por ella en el extranjero.
Su llegada es resultado del trabajo de la Academia Costarricense de la Lengua (ACL), que precisamente celebra este año el centenario de su fundación.
Según comentó Víctor Manuel Sánchez, presidente de la ACL, ‘pura vida’ es una frase que muestra una gran riqueza léxica en diferentes contextos. “Lengua, cultura e identidad se unen en esta voz por su uso en diferentes contextos y en consecuencia con significados distintos, incluso en el extranjero los otros nos reconocen como ‘pura vida’”, explicó el destacado filólogo y lingüista.
Sánchez, quien se ha encargado de estudiar la influencia del cine mexicano en el habla costarricense y profundizó en el ‘pura vida’ para varias ponencias, se encargó de la investigación. Con base en su estudio, le presentó al pleno de la ACL un documento con los considerandos (que también incluyó los ejemplos de uso en diferentes contextos), por tanto y propuesta, el cual fue aprobado por los académicos nacionales.
“Es importante destacar que son los hablantes, el pueblo, quienes crean los costarriqueñismos y usan estas voces (palabras). Nosotros, en la ACL, sometidas al correspondiente análisis y formulación en términos más técnicos, las acogemos y aprobamos como costarriqueñismos, en el entendido de que esto último es un aspecto formal, pues es el uso el que le da tal condición”, precisó el especialista.
Luego de la ruta seguida en el país, el ‘pura vida’ viajó a España. La academia costarricense le envió la propuesta al departamento de Lexicografía de la Real Academia Española, que tiene un equipo de especialistas que realizan más estudios.
Hace unos seis meses, de España enviaron el detalle de cómo sería incorporada esta voz pluriverbal (la expresión ‘pura vida’) al diccionario. Aquí fue revisada y ratificada. Ahora, ya se hizo de conocimiento del mundo entero y luce flamante dentro del término ‘vida’ en el DLE en esta sétima actualización de su vigésimo tercera edición.
Se lee de la siguiente forma:
1. loc. adj. coloq. C. Rica. Dicho de una persona: Agradable o simpática.
2. loc. adj. coloq. C. Rica. Dicho de una cosa: Buena o agradable.
3. loc. adj. coloq. C. Rica. Dicho de una persona: Que goza de buena salud.
4. loc. adv. coloq. C. Rica. Muy bien.
5. loc. adv. coloq. C. Rica. de acuerdo (‖ manifestando asentimiento o conformidad).
6. expr. coloq. C. Rica. U. como fórmula exclamativa de saludo y despedida.
El ‘swing criollo’ nació de forma diferente
La incorporación del ‘swing criollo’ al DLE siguió pŕacticamente el mismo proceso que ‘pura vida’; no obstante, tuvo una génesis diferentes: fue una solicitud que le hizo la Asociación Cultural del Swing y el Bolero costarricenses a la Academia Costarricense de la Lengua para llegar a una definición clara sobre ese concepto.
Con base de la información entregada por los interesados, la Academia tica hizo una propuesta de definición, la cual también se dio a conocer en el pleno de la ACL, se aprobó y luego se envió a España para su respectivo proceso.
Ahora, en el diccionario del español se lee:
swing criollo:
1. m. Baile popular costarricense que se ejecuta al ritmo de cumbia y de otros géneros, como la salsa, cuyas principales características son el rebote y el uso de uno de los brazos como elemento de comunicación entre los bailarines.
A Ligia Torijano, gran impulsora del swing criollo y bailarina, la noticia de esta incorporación del swing en el diccionario la tomó por sorpresa y la alegró mucho, pues no conocía de la iniciativa.
“Personalmente me suena a aceptación. El solo hecho de aparecer documentado en tan importante diccionario es porque existimos. Esto al país y a los bailarines nos ayudar a visibilizarnos”, comentó.
De este forma, el swing criollo conquista un nuevo logro. Hace muchos años dejó de ser un baile que solo practicaban unos pocos, ganó reconocimiento y popularidad; incluso, en el 2012 se declaró como patrimonio cultural inmaterial de Costa Rica.