Un leve temblor ocurrido a las 2:04 a. m. de este sábado en Hatillo 6, cuya magnitud fue de solo 1,6, generó un retumbo que despertó a muchos vecinos de los Hatillos, Alajuelita y barrios cercanos en San José, quienes alertaron del ruido al Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori).
De acuerdo con Marino Protti, sismólogo del Ovsicori, varios factores se conjugan para que ocurran estos retumbos asociados a temblores. En este caso ocurrió a una hora en que la mayoría de la población duerme y el ambiente permanece silencioso.
Aunque fue de muy baja magnitud, ocurrió a solo ocho kilómetros de profundidad y en una zona sumamente poblada, hechos que también inciden en que la población realice los reportes. Su origen fue por ruptura de una falla local.
“El retumbo se escucha solo cuando uno se encuentra muy cerca de la fuente. Ocurre porque en fallas locales muy nuevas o jóvenes la ruptura se da muy rápido y produce aceleraciones muy altas que llegan a la superficie sin haberse atenuado lo suficiente. Esa energía de la onda primaria que se propaga en las rocas, se convierte en una onda sonora en la atmósfera”, explicó el científico.
Este sismo no tiene relación alguna con otro de 5,3 que ocurrió la tarde de ayer viernes en Pavón de Golfito y que también fue sentido en el Valle Central, así como en la zona del epicentro y otras regiones del territorio.
Durante enero el reporte de la Red Sismológica Nacional localizó un total 345 temblores, de los cuales 13 fueron percibidos por la población. La cantidad de sismos sentidos aumentó con respecto de diciembre del 2021, cuando se percibieron solo siete eventos sísmicos.