“Una forma de ver la cocina, o al menos de cocinar la carne, es que siempre ha tenido ese objetivo: producir una transformación, psicológica o química, que nos ayude (al menos en la mayoría) a disfrutar de algo que de otra manera no seríamos capaces de digerir, ya sea en sentido literal o figurado. Cocinar establece cierta distancia entre la brutalidad de los hechos (matar un animal para comer) y la mesa del comedor que se pone con un impoluto mantel y cubertería de plata”.
Ese poder de transformación al que el periodista Michael Pollan se refiere en su libro Cocinar es el mismo que se traduce en buenos ratos con los seres queridos, al lado de una parrilla que lentamente prepara la cena que, por lo general, es compartida.
Roberto Quirós, chef de Carnes Premium la Patagonia, en Sabanilla de Montes de Oca.
Sacar la parrilla, prepararla, encender y mantener el fuego no es una labor fácil. Por ello, es un acto que se reserva para días especiales o fines de semana. Con más razón, debería sacársele provecho para elaborar más que filetes de pollo y carne. El chef de Carnes Premium la Patagonia, Roberto Quirós, nos muestra varias recetas para aprovechar otros cortes y poner la olla sobre la parrilla:
- Punta de solomo rellena con piña y mango
- Delmónico estilo prime rib
- Chili con carne
- Salmón cajún
- Entraña
- Trocitos de cerdo en salsa chipotle
Esta receta de chili con carne tiene un toque que le da un sabor único: la cerveza
El chef recomienda que, cuando planeamos una parrillada, acudamos a la carnicería con tiempo para escuchar a los encargados ya que ellos podrán sugerirle los mejores cortes según el tipo de preparación y la cantidad indicada. Además, otra sugerencia es no cocinar la carne de más. A pesar de que esto depende del gusto de cada quien, el exceso de fuego elimina sus jugos y la hace quedar seca en el centro. Si se trata de un buen corte, se pierde gran parte de su sabor único.