Los alimentos enlatados son grandes aliados de la cocina, nos ayudan a hacer preparaciones rápidas, nutritivas y deliciosas. ¿Quién no abre un atún y lo arregla, cuando llegan visitas inesperadas?, ¿quién no ha se antoja de unos hongos para agregar a la pasta pomodoro?, ¿o abrir una latita de guisantes para darle color al arroz?
Tener algunas latas en la alacena son un salvatandas. La practicidad que ofrecen estas alimentos hace que se conviertan en una excelente opción para integrarlos a un plan alimenticio equilibrado con solo variar las preparaciones.
A la hora de comprarlos en el supermercado, y luego al utilizarlos, tome en cuenta estos consejos para asegurarse que sus productos enlatados están en buenas condiciones:
1. Verifique que las latas esté en buen estado, limpias y ubicadas en un ambiente seco y luminoso.
2. Si ve que una lata está golpeada o inflada, repórtela, ya que el alimento puede variar su estado.
3. Revise la fecha de vencimiento del enlatado, si su fecha es posterior a la indicada el alimento no tendrá las misma propiedades y puede desarrollar bacterias que incidirán en su salud.
4. Asegúrese que la lata no tenga aberturas por donde pueda entrarle aire o suciedad, ni que tenga partes oxidadas.
5. Recuerde lavar las latas antes de abrirlas.
6. Cuando tenga sobrantes de una lata, nunca los deja en este envase. Guárdelos en un frasco de vidrio o plástico con tapa en la refrigeradora.
7. Si el alimento tiene un olor diferente al habitual o presenta espuma o manchas blancas, deséchelo, ya que puede estar en mal estado.
Fuente: María Alvarado, gerente de mercadeo de Alimentos Calvo.