El jengibre es una raíz que se utiliza mucho en la cocina oriental. El aroma y sabor de esta planta son sin duda muy particulares. Agregarlo a sus comidas es una forma fácil y nutritiva de saborizar sus platillos y bebidas, sin utilizar sal, que es alta en sodio.
El jengibre posee numerosos compuestos beneficiosos como antinflamatorios y antioxidantes, es fuente significativa de potasio, magnesio y fósforo. “El consumo de jengibre puede contribuir en la reducción del riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades coronarias y la mortalidad en general. Mejora la piel, el cabello y aumenta la energía”, explica la nutricionista Melania Cevo.
1. Alivia la irritación gastrointestinal, estimula la producción de saliva y reduce las contracciones gástricas.
2. Aporta pocas calorías a sus comidas. Generalmente se consume en pequeñas cantidades, por lo que no tiene aportes significativos en calorías, azúcares, proteína o fibra.
3. Aumenta el rendimiento diario. Un estudio de la Universidad de Georgia, encontró que esta raiz reduce el dolor muscular por ejercicio hasta en un 25%.
4. Es útil para combatir los dolores premenstruales.
5. Evita las náuseas y el vértigo.
“Otras investigaciones han demostrado una disminución en los marcadores de inflamación intestinal y en pruebas de laboratorio, se ha comprobado que el jengibre puede reducir la inflamación en casos de osteoartritis”, explicó Cevo.
El sabor picante y aromático del jengibre se combina bien con frutos del mar, naranjas, melón, cerdo, ayote, camote, manzana, piña, menta, entre otros.
Tips rápidos para incorporar el jengibre en la alimentación:
1. Agregue jengibre fresco a su batido o jugo de frutas.
2. Añada jengibre deshidratado a sus vegetales.
3. Ralle jengibre y añadale ralladura de limón y naranja en agua caliente para hacer su propia infusión casera.
4. Utilice jengibre rallado y fresco con cualquier tipo de receta que incluya pescado.
5. Prepare zanahorias rostizadas picantes con canela y jengibre.
Fuente: Melania Cevo, Consultas Nutrición