La Selección Nacional mostró su mejor versión en el último partido de la Copa Oro, aunque la mejoría en ese encuentro ante México llegó unida a la pérdida en la posesión de la pelota.
Costa Rica no necesitó tener tanto el balón para exhibir una cara totalmente diferente a la que tuvo en el duelo frente a la representación de Haití, en especial en el segundo tiempo ante los caribeños, cuando el equipo de Gustavo Matosas fue un desastre.
En el duelo frente a los aztecas, la Sele solo tuvo la pelota en el 42% del tiempo, números muy por debajo de lo que se había dado en las presentaciones de la primera fase.
Este apartado venía mostrando un incremento constante en los partidos de la fase de grupos. Ante Nicaragua se tuvo el control del esférico en un 57%, para el enfrentamiento ante Bermudas subió a 65% y contra Haití llegó a un 68% pese a la derrota.
“Sale fortalecido el grupo, porque los jugadores se dan cuenta que la intensidad la pueden mantener, el equipo hizo la presión en la mitad de la cancha. El grupo sale muy fortalecido para lo que viene”, explicó Gustavo Matosas, en declaraciones brindadas a Radio Columbia.
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Esa disminución en el porcentaje de posesión de la pelota tuvo un impacto directo en la cantidad de pases que realizó el combinado patrio durante el enfrentamiento ante el equipo dirigido por Gerardo Martino.
En la fase de grupos, Costa Rica tuvo un promedio de pases realizados de 452 y tuvo una media de pases buenos de 395.
Contra el Tri, Costa Rica bajó su cantidad de pases a 370 y los buenos quedaron en 278, con lo que disminuyó la precisión, pero sin impedir llegar al marco contrario y mostrar posibilidades serias de ganar el compromiso.
“Seguir trabajando en lo que hago, en lo que me gusta, a los jugadores les gusta ser más ofensivos, sin recaudo, sin temores, sin dejar de tener cuidado. Ante Haití sacamos muy buenas sensaciones de la derrota”, dijo Matosas.
No obstante, que Costa Rica tuviera menos el balón y diera menos pases buenos no afectó en nada su generación de jugadas de peligro.
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Esto debido a que en los primeros tres juegos disparó, en promedio, 14 veces, de los cuales 8,3 iban con dirección a marco. Precisamente, ante los aztecas efectuaron 14 remates y ocho fueron al marco defendido por Guillermo Ochoa.
Costa Rica quedó fuera de la Copa Oro en cuartos de final, ahora volverá a tener acción hasta setiembre cuando se mida en un partido amistoso a Uruguay. Para octubre y noviembre disputará la Liga de Naciones de Concacaf en la que enfrentará a Haití y Curazao por un puesto en semifinales.